Psicópata [Vegebul]

II

El ruido de su pie arrastrándose por el suelo se podía oír a metros de distancia, su cabeza gacha y su actitud sospechosa, mientras caminaba entre la gente.
No veía a nadie a la cara, no les dirigía la palabra y mucho menos les prestaba atención.
El cielo se iba oscureciendo con el pasar de las horas, las calles se volvían más peligrosas de noche;nunca sabías qué encontrarás en un callejón. Pero él no tenía miedo, él causaba miedo.

Llegó a su casa a las ocho de la noche, entró sigilosamente a la estancia, esperando a que su madre no lo escuchara llegar. Se dirigió al baño y se quitó la chaqueta, bajo esta, la camisa blanca manchas de sangre, se descubrió. Miró su rostro en el espejo, acariciando su cicatriz, dió un recorrido por toda su cara;un loco desquiciado, eso veías en él.

— Hijo,¿En dónde estuviste? - Se giró rápidamente hacia otro lado cuando la mujer de más de 40 años entró al baño - Te estoy hablando,¿Por qué llegaste tan tarde? Sabes que es peligroso.

— Estoy bien, mamá - Su voz, esposa y dura a más no poder, se oyó bajo y cansado.

— No es por ti, Vegeta, es por las personas que están en peligro gracias a ti. No estás bien... ¿Entiendes eso?

— Yo no estoy mal...

— Lo estás - Afirmó la mujer, con dureza y frialdad - Estás enfermo y lo sabes - Se acercó un poco más - El sólo hecho de pensar que, estando suelto por ahí, harás una barbaridad, no me deja ni dormir - Ya que su hijo no le daba la cara, le tiró del brazo - ¡Date la vuelta y mírame cuando te hablo! - Y así lo hizo - ¡Cielo Santo! - La mujer se llevó una mano a la boca para ahogar su grito de sorpresa - ¿Eso es sangre? ¿¡Qué fue lo que hiciste, Vegeta!?

— Yo no hice Nada - Cerraba los puños y agachaba la cabeza, sin mirar a su madre.

— ¡Lo volviste a hacer! ¿Cuántas personas más serán? Ya no puedo cubrirte, tú necesitas ayuda profesional - Estaba molesta - Creí que ya no pasaría esto, pero me equivoqué - Suspiró profundamente - Tendré que mandarte de vuelta al hospital psiquiátrico.

— No volveré a ese lugar, no lo haré - Levantó la mirada, demostrando cuán enserio hablaba de no querer ir de vuelta a aquel centro.

— Yo soy tu madre, yo soy quién deci- La madre no pudo terminar, ya que, las manos de su hijo la tomaron del cuello, haciendo presión, dejándola sin aire.

— ¡No volveré allí! ¿Lo entiendes? ¡No volveré! Y tú no harás nada para obligarme - Gritó mientras apretaba más y más - ¡No podrás hacerlo de nuevo! - Golpeó la cabeza ajena contra el piso, tantas veces que la sangre brotó del cráneo de ésta y no tardó en morir - No iré - Susurró por última vez.

Dejó el cuerpo sin vida de su progenitora en el piso, se duchó y cambió de ropa, sin siquiera importarle tener un cadáver en frente,y se fue a dormir, con la conciencia perturbadora mente tranquila, aún sabiendo que mató a alguien...

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¡Yeeei! Logré actualizar, espero que les guste. Me salió flojo.