IX

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Despertó, aturdido y sin entender muy bien qué estaba sucediendo a su alrededor. La cabeza le dolía y podía sentir la sangre caer lentamente por su frente. Se puso de pie y camino, tropezando en ocasiones, se apoyó en una pared y trati de aclarar su mente. ¿Qué había pasado? El dolor de cabeza fue disminuyendo de a poco y los recuerdos de la noche anterior llegaron uno tras otro, combinados con una desesperación horrible.
Su Bulma, su hija, la pelea, aquel sujeto.

Con las pocas fuerzas que tenía, siguió caminando. Apenas era de madrugada y la oscuridad aún era dueña del lugar, no sabía exactamente en qué parte del sótano se encontraba o si su Hija seguía ahí.

— Bulma... - Susurró, haciendo uso de todas sus fuerzas se esforzó por encontrar la puerta de la habitación.

— Ella no está aquí - Vegeta apareció, bajo la luz de la luna que se colaba por un ventana, sentado, mirándolo con esos ojos carentes de compasión y remordimiento - No debió entrometerse.

— ¡Es mi hija! ¿Cómo le haces esto a una niña? ¿Qué te ha hecho ella? - La ira y rencor pudieron más que su dolor y logró gritarle.

— Ella es mía - Sentenció - Y sacaré del camino a quien sea que trate de arrebatarmela. Como el chico de la carretera.

El comisario recordó el aterrador suceso, el asesinato de un chico universitario que, casualmente, estaba cursando en la misma universidad que su hija. El mayor se había preguntado qué fue el error de él para merecer tal muerte, y hoy se da cuenta de que su único error tal vez fue acercarse a una chica que tenía un acosador bastante loco y obsesionado.

— ¿A quiénes más...? - Preguntó, aún con temor a la respuesta.

— ¿Quiere saber? - Vegeta sonrió de lado y se lo pensó. Bien, su destino ya estaba escrito;no le haría mal que le guardase su secreto - Mi madre, en primer lugar - El viejo en frente suyo se quedó atónito - Ésa mujer quería mandarme al psiquiatra - Recordó - No se lo iba a permitir.

— ¡Era tu madre, enfermo! - Ante la respuesta del oficial, Vegeta se carcajeó como sólo un psicópata puede hacerlo.

— Lo sé - Respondió, mantenimiento su sonrisa - Exactamente por eso siempre la consideré un estorbo - Volvió a poner una mueca pensativa - Estuve apunto de matar a Son Gokú, pero él salía con Milk y eso lo volvía inofensivo y no era un problema.

De pronto, un nombre pasó por la mente del padre de la secuestrada.

— ¿Tú mataste a... Raditz? - La sensación de que tenía razón lo preocupaba. Aunque es cierto que nunca vio al joven cerca de su hija,en algún momento debieron saludarse y cruzar palabras,y si el sujeto está tan loco como para matar a alguien que sólo es el compañero de Bulma, quién dice que no lo hará también. Vegeta asintió.

— Él sólo tuvo mala suerte... - Aclaró - Digamos que... Eligió la ruta equivocada, cayó en mis manos y... - Se encogió de hombros.

— Eres... Tú... ¡Demente! - No sabía qué hacer,mucho menos decir. Tenía demasiada información traumante y aún no sabía dónde estaba su hija.

Tenía en claro que Vegeta lo asesinaría, pero él no pensaba morir así; quería escapar de ahí, con su hija. Pero todo pensamiento para idear un plan se vino a la mierda cuando,sin previo aviso, Vegeta lo ahorcó.

— Siento que este sea tu final - Susurró Vegeta , haciendo uso de más fuerza mientras observaba el cuerpo ajeno retorcerse en un vano intento de salvarse de su muerte.

La soga quemaba sobre la piel de su cuello, el aire de hacía escaso y el inhalar y no conseguir aire era desesperante y terrorífico. Cuando más luchaba, más sentía que iba perdiendo. Las fuerzas se le acaban y las ganas de cerrar los ojos y dormir se hacían más tentadores.

Vegeta sintió como poco a poco el anciano dejaba de luchar y su cuerpo de soltaba. El peso muerto cayó al suelo y el asesino lo contempló,sin un rastro de culpa en su rostro. Lo levantó del suelo, lo llevó a la camioneta de la policía y se encargó de conducir hasta un despeñadero, colocó el cuerpo sin vida en el volante, derramó alcohol en la boca y parte de la ropa del Señor Brief y dejó la botella a su lado. Puso el pie ajeno sobre el acelerador y puso el cambio. Se quitó lo más rápido que pudo y dejó el auto caer al río.

"Sharif se emborracha y cae por despeñadero" podía hasta leer los titulares sin siquiera verlos todavía, rió.

Ya nadie se interpondrá en su camino.

(...)

Al día siguiente, Gokú tocaba insistentemente la puerta del departamento de Bulma. Estaba preocupado;hace días que no veía a su amiga. Es cierto que estuvo algo perdido y decaído los últimos días, es que ¡Joder, mataron a su hermano! Así que había decidido no hablar con nadie, pero le parecía extraño ver los mensajes que enviaban todos y ella no;su mejor amiga era siempre la que más lo apoyaba. Fue a buscarla y no la había encontrado, también fue a su universidad y le confirmaron que ella jamás volvió a clases desde la última vez que estuvo ahí. Sus vecinos dicen haber visto a la joven salir una noche y luego nada.

— ¿En dónde estás, Bulma?


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¡Vaya que les gustan estas cosas! Es increíble lo rápido que sube las leídas. Gracias por seguir apoyando.
Una cosa:

¿Y si me siguen? XD. Me estarán ayudando mucho al seguirme. Les agradecería muchísimo.
Es todo. Disfruten su lectura, nos leemos. Bye ♥️

Psicópata [Vegebul]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora