VII

831 98 12
                                    

Corría, desesperada, con el corazón latiendo a toda velocidad, no sabía a dónde iba pero seguía corriéndose porque, si no lo hacía, él la atraparía.
Las lágrimas se deslizaban por su rostro, sin que ella pueda detenerlo, haciendo difícil que viera por dónde iba. ¿Pero qué quería de ella?
No recuerda haber hecho o dicho algo que afectase a alguien,¿Quién era y por qué la perseguía?
Fue una muy mala idea haber salido ésa noche a caminar, una muy mala idea. Ahora se encontraba corriendo por un bosque desconocido, con un loco detrás suyo.

El aire le faltaba y ya sentía sus piernas flaquear. Él seguía detrás de ella. Se deba ánimos, tenía que seguir corriendo, tenía que escapar. Pero no pudo, él era más rápido. La tomó por detrás y la alzó en brazos. Se removió, gritando y pataleando en brazos de su secuestrador.

— Mantente quieta, Bulma - Le ordenó. Ella hizo caso omiso y siguió en el vano intento de huir - Joder. Discúlpame por esto - Dicho eso le pegó un golpe.

Se levantó bruscamente, abriendo los ojos y respirando pausadamente. El sudor frío le bajaba por la frente y el corazón seguía acelerado.
Bien, fue una maldita pesadilla. Suspiró y se llevó una mano a la nuca, sintiendo un leve ardor, cuando se retiró la mano y la revisó comprobó que había sangre seca ahí... Oh, mi Dios.

— ¿Qué...? - No sabía qué sucedía. Por primera vez desde que despertó reparó en el lugar en donde se encontraba, no era su apartamento - No... No fue un sueño - Susurró, pasmada. Una pequeña crisis de apoderó de ella, el pánico la invadió y empezó a llorar - Esto no está pasando... No - Su pecho subía y bajaba, sus ojos llenos de miedo, lágrimas.

— Despertaste... - Esa voz... Bulma alzó la vista... No podía creerlo, no podía ser posible.

— ¿Tú...? - Estaba estupefacta, sin entender nada. La rabia y la frustración de apoderaron de ella, se levantó de la cama y se lanzó hacia el hombre de pie  - ¿¡Qué es lo que te hice!? ¡Sácame de aquí! ¡Estás loco!

Vegeta sólo la miró, con la misma expresión neutra con la que la estuvo observando durante todo el tiempo que durmió. La sujetó de los brazos y la obligó a sentarse. Se alejó y salió de la habitación,sin mediar palabras. Vio a Bulma correr para tratar de salir pero le cerró la puerta.
Tomó su chaqueta y las llaves de la camioneta de su madre y fue a la tienda.


Media hora después de que no hubo ni un sólo ruido más que el sollozo de Bulma, el auto volvió a aparcar junto a la casa. Ella se tensó,¿Qué tal si ahora venía con lo que necesitaba para matarla? Se hizo pequeña en su cama y cerró los ojos con fuerza.
Lo oía, podía escuchar sus pisadas acercándose a la puerta. Una lágrima se le derramó. El cerrojo fue abierto. Estaba perdida.

— Te traje comida - Lo escuchó decir. Su voz se oía dulce, tranquila y amable. La peli-azul abrió los ojos y vio cómo el chico de la cicatriz acomodaba las cosas en frente de la cama, sobre una mesa - Espero que te guste.

— ¿Por qué me haces esto? - Suplicó la presunta, mirando con los ojos cristalizados la espalda de Vegeta, que se preparaba a irse.

— Porque... Te amo... Y no pienso dejar que te separen de mí - Giró levemente su cabeza para encontrarse con su mirada - Aún si tengo que tenerte encerraba toda la vida.

Bulma no comprendía,¿Qué locura era ésa? No pudo preguntar o protestar más, él se había ido.
Ni siquiera miró su plato de comida, sólo se volvió a acostar, pegando las rodillas a su pecho y abrazándola.


Mientras tanto, el señor Brief se hallaba estacionando su auto en frente de la casa del chico que tan mal presentimiento le ha dado estos últimos días. Bajó del coche y analizó mentalmente qué le diría.

— ¿Qué hace ése hijo de puta aquí? Lo arruinará todo - Vegeta lo vio desde la ventana e inmediatamente salió de la casa y lo encaró  - Comisario... - Saludó - ¿Sucede algo...?

— No, hijo, es sólo que... Quería ver cómo seguías - Vegeta le impedía mirar hacia su casa, y él intentaba ver por las ventanas mientras hablaba - Después de la muerte de tu madre supuse que...

— Estoy bien - Determinó. La vista del anciano volvieron a los del chico. Y, sin necesidad de más, supo que algo estaba ocultando

— De acuerdo... - Suspiró y se alejó. ¿Qué habría dentro de la casa? Tenía que e averiguarlo, pero era claro que el pelinegro no lo invitaría entrar. Tendría que ser paciente y esperar el momento correcto. Se tallo los ojos y subió a su coche. Su presentimiento no sellada, el lo sabía.

esperaría hasta que me quisiera y así descubrir qué es lo que sucedía. Pero no sabía a los peligros que podría estar enfrentándose.

-------•••------

Se viene lo bueno 👀👀. Estén atentos a las actualizaciones. Y, por cierto, mientras más voten, más rápido actualizo~. Nos leemos en el siguiente.

Psicópata [Vegebul]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora