Miles de estrellas

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De un momento a otro levanté la vista y me quedé mirando al cielo. La noche oscura me permitía ver estrellas lejanas. El silencio reinaba, por un segundo cerré los ojos, parecía estar en la nada. Fue entonces que me dije, en el disturbio, en el desorden no encontrarás la calma. El orden, la disciplina la encontrarás en las virtudes. La virtud te dará el encuentro con la calma y con ello llegarás a la armonía. Volví a abrir los ojos y las estrellas en su plenitud brillaban, ahora la calma era quien reinaba.

Me refiero con ello a que suelen suceder experiencias o estar ligado uno a ciertas cosas, cosas o experiencias a las cuales les llamo detonantes externos y son ellos quienes a nos hacen encontrarnos con las diferentes emociones o sentimientos. Algunos de esos detonantes nos puede llevar a la calma. Acá en este texto hablo de la calma la cual podemos lograr por nosotros mismos gracias a nuestras propias virtudes sin la necesidad de detonantes externos. Tener el dominio de nosotros mismos, lograr el autocontrol, ser nuestro propio yo interior.

Los Misterios de Don GatoWhere stories live. Discover now