La virtud madre

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La luz es el reflejo de un cuerpo celeste. La capacidad es el reflejo de una mente. El alma, la proyección de un cuerpo. El brillo de tus ojos y tu sonrisa, el reflejo de tu alma.
La inteligencia, grande es su belleza, cuánta luz. Admiramos la belleza, tememos la oscuridad.

¿Qué nos hace y qué no, qué nos hará casi un Dios? Me quedé pensando aquello que te escuché decir más de una vez: solo Dios es justo, no hay ser humano en la tierra que haya podido serlo.

Aunque también me dijiste que el mar solo es mar y el agua un mineral. Como a su vez recuerdo que en aquella ocasión dijiste traer a la civilización y hasta a la salvación de mi tierra. Narraste leyes basadas en tu justicia. Y cuantas otras cosas dijiste que eran ciertas. No fue difícil creerte, porque lo decías con tanta seguridad y con toda honestidad. ¿Acaso tengo que quedarme sólo con lo que vos dijiste? ¿Acaso tengo que formar mis ideales basados en tu verdad? No amigo, no lo voy a hacer. No lo niego, acertaste más de una vez, pero te equivocaste miles de veces y lo seguís haciendo. Lamento ser quien te lo tenga que decir. Quizá querés que me calle, que no exprese mi forma de pensar. Igual lo seguiré haciendo, aunque te duela escucharlo. No lo negués, te conozco, solo una chispa necesitás para arder en la ambición, como en alguna otra emoción. No te sabés controlar, pocos, muy pocos lograron hacerlo; de todos modos, no sé exactamente hasta qué profundidad. ¿Querés ser grande? Los aciertos te acercarán a ello, sólo la virtud te hará serlo. ¿La virtud en su plena facultad acaso no brilla en inteligencia y capacidad?

la virtud se la ve como a una parte de las inteligencias o quizá ella misma sea una inteligencia más. El justo es el habido de conocimiento e inteligencias y necesariamente debe tenerlas para obrar con justicia. Admiramos la inteligencia. La inteligencia y el conocimiento más profundo serán lo más justo y lo más cercano a la verdad absoluta, si es que la habrá. Porque la verdad es relativa y parcial entonces la justicia y la verdad no tienen límites. Hoy diría que son infinitos, no me puedo ni imaginar un final. Me decís que ese punto máximo es Dios, que es el principio y fin y de él depende que se haga justicia. De nuevo me decís: solo Dios es justo, ningún hombre lo pudo ser. Solo él es la justicia y verdad.

Creeme, amigo, ni vos ni yo tenemos idea de quéo quién es Dios. Aún así nuestro conocimiento, inteligencias y capacidades nospodrían hacer relativamente justos si obráramos bajo el dominio de la virtud.Con ello alcanzaríamos nuestra propia justicia por más pobre que fuera para losojos del mañana. Más allá de nuestra información genética nadie nació sabiendo,nadie nació siendo virtuoso; a la virtud se la consigue con la práctica de lasinteligencias y su desarrollo.

Los Misterios de Don GatoWhere stories live. Discover now