Las caras de la luna

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Derepente nos vemos amando y nos sentimos correspondidos y todo se vuelvedemasiado bello. Nos está hablando el amor con su dulce voz y nos invita asentirnos bien, nos invita a la tranquilidad y alegría. Bella realidad,quisiéramos permanecer así por miles de años. Amamos un momento, amamos unacosa o un ser. Amamos lo que nos hace sentir bien. Aunque en ocasiones haycosas que nos disgustan, nos molestan o nos duelen y perdemos el interés, eseinterés de seguir escuchando al amor. La frialdad envuelve a nuestro corazón ysuele suceder que aparezca otro tipo de emoción o sentimiento. Es muy posibleque ahora hable la angustia, el resentimiento o el odio y el rencor. Larealidad ahí no será la misma, no tendrás tranquilidad, ni conciencia limpia.Es fácil dar lo mejor de nosotros mismos cuando amamos y más aún cuando nossentimos amados y somos felices. Pero cuando no hay amor ni felicidad, parapoder dar lo mejor de uno mismo debemos obrar a través de la razón en eldominio del ser. Por ello para ser una persona de bien necesariamente debemosser virtuosos.

Los Misterios de Don GatoWhere stories live. Discover now