Sí, es verdad; te elegí, pero no solo fue para que me sonriás y me hagás reír con dulzura. Tampoco fue solo para que me digás cosas bonitas y me alegrés constantemente. Ni esperé nunca que solo dediqués tu tiempo a mí. Sé muy bien qué es amar, aprendí también qué es el respeto y la amistad. Por eso sé aceptarte, aceptar tus tiempos, tu espacio y lugar. No, nunca pretendí que nuestra relación fuera pura felicidad. Sabía que te iba a ver llorar y me ibas a hacer llorar. También sabía que me ibas a odiar y te iba a odiar. Con eso no se terminaría nuestra amistad, con eso no te dejaría de amar.
Hoy 21 de septiembre veo la primavera llegar. Miro a mi alrededor, no estás acá. La brisa suave entibia mi corazón, porque sé que en algún sitio estás. Quizá, como yo, recordando aquellos días en que caminábamos juntos, aquellos días en que parecía que nada nos podía separar. Aunque fue así, el destino tomó su curso y nos distanció. No lo podíamos evitar, eso debía pasar.
El sol brilla en la mañana, los pájaros cantan y las flores, presumidas, están bañadas en perfume mostrando su mejor vestido. Sonrío, lleno de inspiración, porque me parece escuchar tu voz en un suave susurro, diciéndome:
-Amor, esto no es un adiós, esto es un para siempre. Mañana tal vez el destino nos vuelva a juntar, así como esa vez nos juntó y hoy nos separa. Comprendo que amar no es poseer. Amar es un pasaje más allá del cuerpo; es dar una parte de tu corazón y alma. Amame si me querés amar, odiame si querés hacerlo, que te seguiré amando hasta después de la eternidad.
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Los Misterios de Don Gato
SpiritualAsí lleva de nombre mi segundo libro, en el cual hablo sobre una filosofía positiva y una psicología y su fuerza mental. Voy redactando en éste, cómo podemos controlar nuestros estados del alma y nuestros instintos. Para así tener control mental, ta...