Capítulo XVIII

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Bolt.

Estoy jodido, muy jodido.

¿Por qué diablos deje que se acercara tanto? ¿Realmente quería que me tuviera miedo y se alejara? Lo único que hice fue llamar más la atención de su persona. Katherine me va a recordar esto por el resto de mis días, conociéndola de seguro que si lo hará.

Christina se mantiene en la parte trasera del vehículo, esta tan tranquila cuando duerme o eso pensaba hace unos minutos. No ha dejado de decir incoherencias entre sueños, nombrando a una tal Lola, no solo ella, también nombra a Ron y Anthony. La mente de esta chica es un caos, por eso no me sorprendió que el poder mental de Aland haya fallado por mucho sobre ella, puede que a él lo haya dejado fuera de base por su resistencia.

─ Ahora lo entiendo.

─ ¿El qué?

─ Sabias que iba a resistirlo, por eso no hiciste nada desde el principio, por eso dejaste que Aland hiciera lo que hizo. ¿Qué querías ver?, ¿Qué ganaste con eso?

─ No se dé que hablas.

Llame a Katherine para que me ayudara con Christina. Tenía la necesidad de borrarle todo de su mente, tenía que hacerlo si no quiero que esto se complique más de lo que es.

─ Sabes de lo que hablo, hermanito. – me golpea el hombro – Hablando en serio, ¿Por qué dejaste que viera todo eso? Solo tenias que dejarla inconsciente, hacer tu trabajo más rápido y no habría moretón en la cara, porque ese golpe le dejara uno.

─ Lo sé. – contesto simple, dejando a mi hermana con más de una pregunta – No puedo responderte a eso, no aún, tengo que aclarar un par de cosas.

─ No lo tienes que hacer, Bolt – su voz ahora es seria – Dejaste que se acercara por algo, ese "algo" lo tienes muy bien en claro. ¿Cuándo vas a aceptarlo?

─ No hay nada que aceptar.

─ Hasta el mismo Aland se dio cuenta, fue por eso que se tomo todas esas molestias en molestarla como lo hizo.

─ Es demasiado pronto, ¿Ok? Muy bien sé lo que tengo que hacer si es la indicada.

─ Lo es.

─ Yo no estaría tan seguro.

─ ¿Por qué seguimos descutiendo de algo tan obvio?

Bufo torciendo los ojos. Mi hermana con su particularidad, me ahoga con tantas preguntas y cuestionamientos estúpidos. Miro por el retrovisor al ver que Christina sigue balbuciendo en su idioma, ahora no está como la deje desde un principio; sentada, ahora solo esta acostada, ocupando todo el espacio de atrás. No le veo su cara, pero podría jurar que su ceño esta fruncido, luciéndola más madura de lo que es, agregando su cicatriz en su ceja izquierda.

"No eres un hombre, Bolt"

Sus palabras resuenan en mis oídos, como una maldita canción fastidiosa, de esas que escucha Lewis en mi reproductor. Esas palabras por alguna razón hicieron que mi lado más primitivo saliera un poco.

No soy de esos seres que se dejan guiar por sus... instintos y más como son los de mi especie, prefiero hablar las cosas, o dejar que el tiempo resuelva sus problemas. Yo solo guardo esa rabia, ese rencor hacia solo un sujeto en especial, por eso me sorprendo que allá actuado de esa manera tan violenta.

─ No le des tantas vueltas al asunto. Fue justificado tu comportamiento, de hecho para eso es nosotros existimos.

─ ¿Para pelear como animales rabiosos? – mi sarcasmo se ve a leguas – Gracias, no gracias.

Linaje ✓ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora