...Deje su mensaje después del tono...***
~¡Satanás! ¡¿Donde carajo estas?! Te necesito en la bodega #3. Tengo a dos tipos; medio millón de dolares; solo hay que sacarles el por que de unas cositas, y el cómo de otras. A si que.... ¡¿Donde mierda es...
-¡This shit always happen to me!- ruedo los ojos- ¡Es tu jodida canción!
-¿Que se supone que eso significa?- frunzo el ceño mientras escucho su risa y me envuelvo en la toalla.
Miro el vestido que esta sobre la cama, suspiro y me dispongo a colocarmelo, cuando termino sigo con los zapatos, me levanto y voy al espejo para maquillarme, cuando termino me miro de cuerpo completo.
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Sonrío con confianza y lanso un beso a mi reflejo. Salgo de mi habitación con mi bolso en donde tengo mi arma, mi celular y mis llaves. Luego de que mi sobrina me avisara que su vuelo se suspendió por mal tiempo durante la semana fuimos a comprar los zapatos junto a Sugar, pues el nos dijo mas o menos como va la fiesta y nos ofreció sus súper concejos de moda que básicamente fueron asentir o negar con la cabeza cada vez que le preguntábamos "¿Que te parecen?", si, todo un amor.
-¡¿Ya estas?!- le pregunto mientras me apoyo en la pared y miro mi reloj- ¡Se hace tar....!
-¡YA ESTOY!- dice de repente mientras abre la puerta de su habitación bruscamente y me sonríe falsamente; odia los vestidos, tacones y todo lo que tenga que ver con la incomodidad
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-
vamonos y acabemos con esto...- borra su sonrisa falsa y agarra su bolso para caminar hacia la puerta- ¿En cual vamos?
-En el mío- digo con media sonrisa tomando la llave y saliendo en dirección a mi precioso auto.
Subo y Em se sienta en el de copiloto, enciende la radio y suena la maldita canción, tengo que admitir que es pegadiza pero la detesto ya que Emily no me quiere explicar por que es mi supuesta canción. Escucho su risotada y ruedo los ojos, estamos unos kilómetros más hasta que llegamos a una playa con una calle como la nuestra pero creanme, la casa no se compara porque mas que casa esto es una mansión, estaciono y bajamos, miro la hora en mi celular, llegamos veinte minutos tarde, miro mal a Emily.
-Como si tu fueras muy puntual...-sonrio, tiene razón. Miro hacia arriba contemplando la hermosa entrada.
Alta, como de cuatro pisos, se ve un balcón enorme y muchas ventanas, un jardín que rodea la casa y todo muy iluminado.
