Capítulo VIII

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Rose despertó con la suave brisa que agitaba las cortinas. Las puertas estaban abiertas dejando ver un cielo azul, pero ella tenia los ojos clavados en Dimitri, de pie en el balcón. llevaba un impresionante traje sastre y estaba increíblemente guapo, pero su severo perfil lo hacia parecer tan distante e intimidante que le costaba creer que fuera el mismo hombre que la habia despertado justo antes del amanecer y le habia hecho al amor apasionadamente.

-¿Que hora es?- le preguntó cuando Dimitri entro al dormitorio.

-Pasadas las ocho.

-¡Tengo que estar en un ensayo a las nueve! Art se pone como una furia si alguno llega tarde- salio de la cama de un brinco.

-¿Donde es el ensayo?

-En Cadogan Hall- murmuro mientras se cubría con la sabana.

Dimitri fue directo al armario y saco un albornoz. -Toma. creo que este te queda.

-Gracias,- Rose lo acepto y no pudo evitar fijarse que tenia albornoces de distintos tamaños... seguro para las ocasiones en que invitaba a sus mujeres a pasar la noche con el.

-Mi oficina no esta lejos de Cadogan Hall, así que puedo llevarte. ¿A que hora terminas?

-Cuando la orquesta termine yo tengo que quedarme a ensayar mi actuación en solitario  y no creo que termine hasta por lo menos las seis.

-Bien. yo suelo trabajar hasta esa hora. Nos vemos a las seis y media para cenar. ¿Querrás ir a alguna parte después? si quieres ver algún espectáculo, le diré a mi secretaria que nos compre las entradas.

Rose volvio a mirar el despliegue de albornoces que guardaba para sus amantes.

-No lo creo. Es más sera mejor que olvidemos lo de anoche. No quiero tener....... nada contigo- titubeo bajo su penetrante mirada- Ninguno de los dos quiere atarse a una relación le recordó.

-Estoy de acuerdo pero el hecho de que no queramos tener una relación nos convierte en candidatos ideales para tener una aventura. Y ademas, una noche no ha sido suficiente para ninguno de los dos ,¿Verdad Roza? 

La tumbo en la cama y la beso con intensidad y pasión dejandole claro que una noche con ella no habia saciado su deseo. y ella tenia que admitir que sentía lo mismo.

Pero acceder a tener una aventura con él seria peligroso si permitía que sus emociones se vieran implicadas, aunque se aseguro que eso jamas sucedería. Sabia que clase de hombre era y eso la hacia sentirse protegida, así que ¿Por que no disfrutar de la pericia sexual de Dimitri Belikov?

Cuando el bajo la sabana y beso uno de sus pezones, ella no pudo contener el suave gemido y arqueo la espalda mientras deslizaba las manos entre su sedoso cabello negro.

Él por un momento pensó que podría pasarse toda la mañana haciéndole el amor y anteponer el deseo al trabajo por primera vez. Pero nunca antes una mujer le habia hecho cambiar su forma de vida y la empresa que habia creado de la nada era lo mas importante en su vida, mientras que las mujeres eran una diversión....incluida Rose, se recordó.

Aún así tuvo que hacer uso de toda su fuerza de voluntad para interrumpir el beso y apartarse de ella.

-Olvida lo de ir al teatro; después de la cena nos iremos a la cama pronto- le dijo con una picara sonrisa que la hizo ruborizarse- pero ahora mismo tienes veinte minutos para prepararte o perderás el coche- le dijo ignorando sus protestas. Estaba claro que ella tambien se habia quedado decepcionada al ver que ese preámbulo no habia terminado con una increíble sesión de sexo.

Peligrosa Sinfonía (Complete)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora