¡No! – el grito de Rose quedó sofocado bajo la firme presión de la boca de Dimitri y el impacto de ese gesto la dejo paralizada. Los labios de Dimitri eran cálidos y persuasivos mientras la besaban con una pericia que hizo que el corazón se le acelerara y golpeara contra las costillas.
El apartó la mano de su barbilla para deslizarla a su nuca, mientras posaba la otra mano sobre su cadera para acercarla más a él, no ejerció fuerza y ella podría haberse resistido con facilidad.... Debería haberlo hecho..., pero su cuerpo parecía tener vida propia y anhelaba un contacto más directo con el hombre más fascinante que nunca antes habia conocido.
La lengua de Dimitri recorrió la forma de su boca, pero cuando probo a colarse entre sus labios ella se puso tensa y su orgullo de mujer reaccionó, aunque algo tarde. Conocía esa clase de hombres. Después de verlo en París habia querido saber más sobre él, y habia descubierto que era un mujeriego cuya riqueza e innegable carisma atraían a las mujeres hasta su cama. Sus relaciones nunca duraban mucho antes de que el pasara a su siguiente conquista, y Rose se juró que no sería una de esas mujeres.
No quería una aventura y estaba segura que el amor no entraba en los planes de Dimitri. Simplemente quería acostarse con ella. Tal vez no tenia experiencia con hombres pero no era totalmente ingenua y desde el momento en que sus ojos se habían topado en París ella habia reconocido el deseo en su mirada. La deseaba, pero ella estaba decidida a impedir que la tuviera. Nunca habia tenido problemas para ignorar a otros hombres que habían mostrado interés en ella y el hecho de que se le estuviera haciendo difícil mostrarse fría ante Dimitri era razón más que suficiente para que mantuviera firme su propósito de ignorarlo.
Conocía a la gente como él, su madre habia roto el corazón de su padre cuando lo abandonó para vivir su vida y sus aventuras. Incluso cuando el Conde Ibrahim Mazur se hallaba en su lecho de muerte su esposa, apenas habia llegado a tiempo de asistir a su funeral pues se encontraba en la Riviera francesa con uno de sus amantes.
Pero a medida que Dimitri continuaba con su curiosa y pausada exploración de sus labios, ella fue consciente de que una extraña sensación que se colocó en sus huesos y que minó su determinación de resistirse a él. La rodeo por la cintura y la acerco tanto que ella podía sentir los músculos de sus muslos. En un desesperado intento por apartarlo le puso las manos en el pecho y se quedó extasiada por la calidez que desprendía su cuerpo a través de la fina camisa de seda.
En ese momento el apretó la presión sobre sus labios, forzándola a separarlos, y con un rápido movimiento de su lengua se coloco en la húmeda calidez de su boca y llevo el beso a un nivel de erotismo que Rose jamás se habría imaginado. Se sintió algo mareada mientras su sangre retumbaba por sus venas y sus terminaciones nerviosas se volvieron tan sensibles que el solo roce de la mejilla de Dimitri contra la suya le produjo un escalofrío que le recorrió la espalda. Al igual que la música que la transportaba a otro mundo el beso de Dimitri la llevo a un lugar donde nunca habia estado antes, donde gobernaban las sensaciones y lo único que importaba era que el siguiera moviendo su boca sobre la suya con esa lenta y deliciosa cadencia.
No sabía cuánto duró el beso. Podrían haber sido minutos, horas. Mientras estuvo en sus brazos perdió la noción del tiempo y cuando finalmente levanto la cabeza y aparto la mano de su cintura, ella se balanceo ligeramente y la expresión de aturdimiento de sus ojos se fue transformando gradualmente en una de auto desprecio.
-¿Cómo te atreves?- susurró entre unos labios entumecidos y avergonzada por haber capitulado ante su pericia.
-Él le sonrió.
-¿Cómo puedes preguntarme eso después de haber respondido con tanta pasión? –Le acaricio su mejilla sonrojada antes de deslizar un dedo sobre sus inflamados labios-. Algunos de tus amigos dicen que eres frígida, pero ¿qué sabrán ellos?- Susurro haciendo que su acento sonara mas intenso y sensual que nunca-. No son más que unos jovencitos molestos porque no los has elegido a ellos como novios. Pero tú no deberías estar con jovencitos, Rose. Tú necesitas a un hombre que valore tu naturaleza sensual.
ESTÁS LEYENDO
Peligrosa Sinfonía (Complete)
FanfictionOOC. La Violinista Rose Mazur no estaba acostumbrada a fiestas, de modo que no fue una sorpresa que se quedará deslumbrada por el inquietante Ruso Dimitri Aleksandr Belikov. La vibrante atracción la hizo perderse en esa embriagadora sensación....y a...