¿Luz?

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Chanyeol:

Habían pasado los meses y ya era cuestión de días para terminar el semestre, lo que más quería era estar en casa y no salir de ahí pues me sentía tan tranquilo que lo hacia el lugar perfecto.

Sin embargo, otro lado de mi no quería las vacaciones puesto después de todo lo sucedido no volví a escuchar aquella voz, pero tal parece que mis misma ganas de escucharla la invocaron esa precisa mañana durante el receso, más no estaba sola ni hablaba en un tono amable al igual que su acompañante y sin pensarlo mucho intervine pues sus palabras se estaban pasando de tono, comenzando a crear murmullos entre los mismo alumnos que veían y escuchaban aquel desacuerdo...

—Te volviste un estúpido patán Rok. -Le grite empujándole, a lo cuál éste solo rió- ¿De qué te ríes imbécil?

—No juegues de santa, si todos en ésta escuela sabemos de que pie cojeas y yo sólo lo quería comprobar. - verso en un tono arrogante-

—Eres un imbécil, no sé cómo llegaste a gustarme...
-guarde silencio ante lo dicho, escuchando aquella risa pedante-

—¡Yo gustarte!-pronuncio burlón- No mientas, si las interesadas y zo... -sin dejarlo terminar estampe mi palma en su rostro dejando marca en el mismo-
Repito interesadas y zorras como tú, no valen nada. -tomó mis manos antes de que yo pudiera golpearle para luego empujarme al piso, sintiendo aquellas miradas escudriñando mi alma-

¿Lo puedes volver a repetir? -verse en un tono enojado con tintes de sarcasmo-

—Oh por dios (t/n) no me digas que hasta con un ciego cogiste!

Al escucharle decir aquello no lo dude más y le pagué con el bastón en las costillas, escuchando un quejido bajo para luego sentir aquel sabor a hierro en mi boca por el golpe dado del contrario, más éste se distrajo al querer seguir insultando y molestando a la femenina, dándome ley de ventaja para soltar otro golpe con el bastón el cual conecto con su cara haciéndome escuchar el asombro de aquella multitud entrometida, después de ello no hubo más nada hasta que alguien se acerco diciéndome que lo había dejado tendido así que baje la guardia.

—¿Quién te dijo que me ayudarás? -pronuncio algo alterada dando ligeros golpes en mi pecho-

Hey, yo no voy hacerte nada, vámonos de aquí... -le tome de la mano pero ella puso resistencia-

—¡No quiero ayuda de nadie! Serás ciego pero eres hombre y todos son iguales. -se soltó de mi agarre de mala gana echándose a correr-

Después de ello ni seguirla pude pues no sabia hacia dónde había corrido y sin duda quería espacio, así que al igual que ella me fui de ahí dejando aquel bastardo en el piso, como la basura que era.

Culmino el día y de nuevo estaba en la casa, haciendo una pequeña sinfonía con el violín que poseía, el cuál mi padre me había dejado. Llego la noche y como era costumbre mi madre me ayudaba a subir las escaleras pero esta vez di un leve tropiezo haciéndome cerrar con fuerza los ojos por miedo a caer más no caí pero al abrirlos de nuevo sentí un leve jinconazo haciéndome ver por escasos segundos una estela borrosa de lo que parecían ser las escaleras.

¡Omma!

—Hijo, me tienes aquí a lado me rompes el oído. -verso en un tono de vacilé-

¡Pude ver! Bueno algo así. -pronuncie efusivo aunque hubiese sido una imagen totalmente borrosa-

—¡Hablas enserio, ay hijo! ¿¡En serio!? -pregunto emocionada subiendo a prisa las escaleras hasta llegar a la habitación haciéndome sentar en la cama-

—¿Me puedes ver? -acoto intrigada a lo cual negué enseguida puesto solo había sido cuestión de segundos mi vista-

Pero no te pongas triste ¿si? Tal vez esto sea una señal y el doctor se equivoco al decir que jamas recuperaría la vista, después de meses la luz estaba volviendo, creo.

Narras:

Era increíble todo lo que estaba pasando, mis oídos no asimilaban todo lo que decía Rok, más fue el colmo cuando de su boca salieron aquellas sílabas las cuales me hicieron estampar mi mano en su ahora horrible rostro ante mi vista y nueva percepción de él, la cual tenía en alto como el mejor hombre y en cuestión de actos, insultos y empujones quebró sin remedio haciendo caer la venda que tenía de adoración por él.

Me sentía en un circo total viendo a toda esa gente hablar, reír y alguna señalar a lo que pasaba pero aún más rabia sentí al escuchar y ver aquel chico desconocido interceder por mi poniéndose al tú por tú con Rok, creando que la gente hablara más y que el susodicho me volviera a insultar pero para mi suerte o desgracia el ciego noqueó a Rok con el bastón.
Luego de todo eso él quiso seguir ayudando a dónde no se le pidió y me solté de su agarre echandome a correr hasta salir del colegio, yendome a evadir alguna estación de metro lejana dónde nadie conociera mi cara.

—Él sólo trataba de ayudarte. -hable a lo bajo conmigo misma- No te dejes engañar, nadie es lo que aparenta. -rasque mi cabeza con algo de desesperación, notando como alguien me lanzaba una moneda, la cuál lance de regreso pues no era una mendiga pero debía admitir que no tenía buena apariencia así que con dilemas en mi cabeza me puse de pie y tome el metro hasta mi casa sin importar las miradas de desaprobación de los demás ante mi pobre y sucia apariencia...

Blind LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora