Blind Love

Intercambio.

Los días habían pasado y solo veía cómo Rok llamaba y llamaba, realmente estaba desesperada este lugar donde estábamos era inmundo olía a humedad, había insectos por más que pensaba no encontraba el porqué Rok hacía esto si hasta donde recuerdo él también era hijo de padres ricos al igual que yo, acaso esto solo lo hacía para fastidiarme, en verdad no lo comprendo.

El cielo ya iba dando su ocaso cuando le escuché hablar por teléfono nuevamente está vez sabía que hablaba con Park pues se mencionó mi nombre seguido de una suma de dinero muy fuerte ¿Ahora que iba a pasar?

—Dime por qué haces esto...

—Necesito el dinero, me hace falta al igual que me hace falta otra cosa...

Justamente después de que habló aquello puso su mano en los primeros botones de mi camisa y sin dudarlo le metí una patada en la entrepierna, pues las piernas fue lo único que no me amarró.

—No creo que hayas cambiado, alguien como tú y como yo nunca cambian, así que no te hagas la santa...

Se acercó de nuevo tomándome por la  nuca dejándome un asqueroso beso en los labios en el cual no dude ningún segundo en morderle para así separarle de mi.

—Maldita loca, me sacaste sangre... Nada más no te mato por necesito el dinero...

—Entonces no me vuelvas a tocar, entiendes

Hablé sin miedo alguno para luego escuchar algunos cuantos balbuceos por parte del más alto, después de ello esté se marchó dejándome en la inmundicia de lugar donde me tenía raptada ¿Dónde carajos podría haber ido?

『✪』

Miércoles, Jueves pasaron y no sabía nada de ella trate de relajarme pero no podía en lo más mínimo, hasta que por fin volvío a llamar aquella persona está vez por fin dándome la suma que querían para dejarla en libertad.

Hablé con Chen y con Lay, apenas llegábamos a la mitad de la suma, me arriesgaría a llevar tal cantidad porque tampoco es que tuviera tiempo para juntar el dinero porque era de un día para otro, Lay y Chen insistieron en ir pero me negué, necesitaba ir solo pues así lo había pedido el contrario.

— Oh por Dios, cariño no me digas que quedaste con el ciego.

Verso una voz en aquella penumbra que no me dejaba divisar nada.

—Veo mejor que nunca, ya déjala en paz, traigo lo que quieres.

—Dando y dando o sino la mato, lanzame la mochila.

Acate a lo que pidió y lancé el bolso con el dinero pero aún él no la soltaba, justamente cuando me iba ha acercar, un disparo al aire se oyó.

—Acaso me estás viendo la cara de idiota, esto no es lo que pedí...

—Es lo que pude conseguir pero ya con eso te puedes largar de aquí, devuelmela.

Hablé desesperado al escuchar los sollozos de ella acercarse junto con los pasos de quién la tenía, en eso empezaron a sonar las sirenas de patrullas avecinarse ahí fue cuando sentí a ella caer cerca mío mientras del otro se escuchaban sus pasos apresurados irse.

Verla en aquel estado me quebró el corazón, tenía moretones en el rostro y la ropa desgarrada, solo esperaba que ese bastardo no la hubiese tocado, me agaché para estar a la altura de ella para quitarle la mordaza que tenía sobre la boca, ahí fue cuando se desmoronó en llanto sobre mis brazos.

—Park gracias...

Fue lo último que dijo cayendo dormida entre mis brazos, lo único que importaba ahora era llevarla al hospital para que la checaran y así fue la llevé, me dijeron que solo eran golpes superficiales y que unos buenos analgésicos servirían, después de ello volvimos a casa para así ambos descansar.

Los rayos de sol ya se colaban por la ventana haciéndome despertar, ella se encontraba acomodada a mi costado aún durmiendo, el verle los moretones solo me hacían desear que fuese un mal sueño pero no así no era pero después de esto juro que nada más le pasaría si era posible nos mudariamos.

—Yeol, ya estás despierto

Verso con una cálida sonrisa aún a pesar de sus golpes.

—Sí amor ya lo estoy ¿Cómo te sientes?

Pregunté despejando su frente para así darle un beso.

—Realmente me duele todo pero agradezco que seas tú el que esté a mi lado.

Verso con una pequeña risa la cual me contagio, me impactaba lo fuerte que podía llegar a ser, sin duda ella era única en verdad la amaba aunque nunca le había dicho el tan esperado Te amo.