De vuelta

222 52 2
                                    

Después de ese “no puedes ser tú” que me rondaba y ronda en la cabeza han pasado ya diez años en los cuales a pasado de todo entre ellas que recupere la vista con la operación que me dijeron pero para ello me tuve que ir de Corea y viajar a los Estados Unidos para poder ser operado, luego de la operación termine mis estudios en una de las mejores Universidades de Arte con la ayuda de una beca.

Culmine los estudios y era momento de regresar a mi país el que tanto extrañaba pero más que nada aún añoraba encontrarme con ella y mostrarle que me había convertido en alguien que ya no seria una carga como hace diez años pero el punto de quiebre era que solo me acordaba de su cara de cuando ella iba en la preparatoria y ya han pasado diez que tanto pudo haber cambiado ¿Estos nuevos ojos la podrán reconocer?

No sé si así podrá ser pero definitivamente no me daría por vencido pues esa palabra no estaba en mi diccionario, los obstáculos nunca me fueron impedimento así que haría lo que fuera por dar con ella.
Debo admitir que la Corea que recordaba dista mucho a lo que es ahora y no reconocía mucho haber perdido la vista dejo sus efectos en mi día a día pero aún así caminaba seguro de mi mismo, hasta que llegue a un punto que no reconocía del todo mas la belleza de una joven que limpiaba una ambulancia me cautivo por completo.

— ¿Será que es ella? No lo creo y si nos acercamos pidiendo ubicación, sí si suena muy creíble...

Hable conmigo mismo tal vez en un tono de voz no tan bajo pues las miradas de las personas que pasaban eran de “Este está loco” pero era lo de menos hasta cierto punto me daba risa, después de pensarlo un poco más me decidí acercarme ha aquella chica a la cuál de la nada salio un pequeño niño abrazando sus piernas y seguido de este un señor lo que me hizo pensar que estaba casada a lo cual solo sonreí al ya estar frente a ella o mejor dicho frente a ellos.

— Disculpe me podría decir cómo llegar a está dirección. —Mostre la dirección y le sonreí leve al señor con el niño en brazos-.

Luego de que le enseñé aquel papel me empezó a explicar y al escucharle era tan exacta a la voz de ella que algo en mi ser me dijo que era ella pero ¿Cómo termino de socorrista? Esa era la pregunta pero la más grande era ¿Si ya estaba casada? O ¿Si ese señor era su esposo y ese niño su hijo?

Todo era posible puesto que habían pasado diez años, en ese tiempo puedes formar una familia sin problema alguno pero el niño dijo algo que me dejo en claro que su madre no era.

— Papi dile a (t/n) que juegue conmigo.—Pidió en un tono mimado-.

—No pequeño deja a la joven, necesita terminar su turno ya.—Acotó en tono tranquilo metiéndose al lugar-.

Al escuchar todo aquello y escuchar el nombre sabía que no solo podía ser una casualidad sino que enserio era ella y la vida me estaba dando otra oportunidad la cual no desperdiciaría, de ahí me fui tranquilo y sonriente hasta donde debía llegar con el pensamiento de como poderla conquistar de nuevo.

Una idea era meterme como voluntario más no sé si buena idea sería pero aún titubeante aposté a tomar el riesgo pues viendo el margen de posibilidades esta era la más factible y con menos puntos de fallo según a mi pensamiento cegado por un amor que ha estas alturas era unilateral más me esforzaría para conquistar nuevamente a como lo hice en la primera pero esta vez sin el obstáculo de mi ceguera.

Al estar en mi casa quería contarle a alguien que sin mucho buscar encontré de nuevo al amor de mi vida pero ¿A quién se lo contaba?
Mi madre hace dos años falleció mientras vivíamos en Estados Unidos así que básicamente estaba solo pero al menos ya me podía valer por mi solo sin mortificar a nadie y sin duda haría feliz a mi madre desde donde sea que éste pues tanto ella como yo siempre hemos querido tener más familia y por el hecho de no estar viva no quiere decir que no le cumpliría un gusto que es sin duda un gusto compartido.

Así que haría lo que fuera para conquistar y pasar el resto de mi vida con la mujer que me gustaba desde hace ya más de diez años, así luchara contra viento y marea me esforzaría para tener el amor de la mujer por el que mi corazón enloquecía a cada instante al ver.

Blind LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora