Blind Love

Un mal día

Chanyeol:

Los días habían transcurrido no con tanta naturalidad como quisiera pero al menos ser invidente ya no era algo que me enojara de manera recurrente, a pesar de los pocos meses de la partida de mi padre y mis dos mejores amigos se podría decir que ya lo asumía mejor, debo admitir que gran parte del salir adelante ha sido el apoyo de mi madre y en parte por la universidad sino fuese por ciertas personas que se esforzaban por hacerme la vida "más miserable".

Pero ya no me dejaba intimidar pues en algún lado escuche que el animal más pequeño es el que mayor espíritu de lucha tiene y definitivamente ese "animal" sería yo pues ya no me catalogaba como la "tumba andante" como solía decirme cada mañana que me era imposible hasta el hecho de peinarme pero todo buen cambio empieza por una muy buena actitud y eso me había quedado más que claro, sin embargo hay veces que por más que marchen bien las cosas siempre habrá una piedra que mal logre tu camino sin importar que tan bien hayas limpiado el resto del mismo.

- Kai vamos almozar ¿si? Es que ya tengo hambre.

Espere respuesta pero al parecer ya no estaba pero no le tome mucha importancia tal vez le había surgido algo, así que me dirigí a la cafetería pues con Kai había contado los pasos hacia ésta cosa que me facilito más la llegada.

A pesar de tantas voces reconocí la de Kai y otras voces más así que sin saber donde se hallaba solo pronuncie su nombre agitando la mano libre del bastón, al poco tiempo escuche unos pasos o mejor dicho varios avecinarse con voces que me abrumaban un poco lo cuál me hizo encoger de hombros.

-Oh Kai no me digas que eres amigo del ciego. -verso con risa incluida una voz femenina-

- ¡Por Dios Sora! Que tonterías dices, solo es un compañero de clase ¿verdad Yeol? -verso posando su mano en mi hombro el cuál quite de mal modo-.

-Creo que el ciego se enojo, mejor vamos o nos pegará con su bastón..

Versaron en risas y uno de ellos antes de irse por más fuerte que tome mi bastón me lo logro quitar aventándolo a lo lejos del comedor, me parecía increíble que aún habiendo gente en el lugar no hicieran nada por detener aquellas personas, con ello me sentí como al principio "Uno contra el mundo" debía admitir que esa actitud de Kai no me la habría esperado pero aún así debía seguir con o sin amigos debía hacerlo, pase un gran rato buscando mi bastón podría jurar que ya todo mundo se había ido pero al parecer no era así.

-Ser débil no te servirá de nada, aquí mueres o vives ¿entiendes? - verso una voz femenina pateando el bastón hacia mis manos, el cuál tome de inmediato y me incorpore.-

- Creeme que lo sé, no hace falta decirlo... Gracias por lo del bastón.

Camine sin usar el bastón y choque leve con la silla la cual acto seguido pateé algo enojado apartándola de mi camino, yendo de nuevo hacia el aula topandome con la gran suerte de que Kai estuviera en el pasillo...

-Yeol...

- ¡No pronuncies mi nombre en tu sucia boca! Para que me hablas sino somos amigos y tareas por el momento no hay, así que dejame en paz.

- Que incrédulo eres si crees que te pediría una disculpa, debo admitir que fue divertido jugar contigo niño ciego, lo único que quería ya me lo diste en estos meses fue diversión y ayuda en las tareas, así que fue un gusto haberte sacado provecho. -dijo para después reír y enojarme haciéndome caer sentado mientras luego él se alejaba con sus risas haciendo eco en el pasillo.-

- Otra vez te encuentro en el piso ¿A caso te gusta estar ahí?
El bastón no sólo sirve para guiarte ¿sabes?

- ¿Insinuas que golpee a alguien con esto? ¿A caso estás loca? Lo dejaría mal herido y no soy igual que ellos.

- Piensa lo que quieras pero entre más bueno seas, más pisaran tus emociones y se aprovecharan de ti. En el mundo real no existe la compasión ¿entiendes?

- Y tú quién eres para hablarme así, ni te conozco y ya he tenido suficiente por hoy, tú no entiendes nada de lo que pasa ¡nada!

En eso recibí una llamada era mi madre diciéndome que estaba en la entrada así que sin más me retire de ahí era lo que más quería en esos momentos, mi madre quiso hacer platica más solo me abstenía a emitir sonidos aprobatorios o negativos así que dejo de preguntar, una vez en la casa ella me quiso ayudar a subir las escaleras a lo cual me negué y lo hice por mi cuenta, llegando solo a mi alcoba me deshice de la ropa para luego apoyarme donde estaba mi espejo al cuál le pegue por toda la rabia que traía, escuchando los cristales caer sentía un gran ardor y dolor en los nudillos más no sé comparaba al dolor que sentía en el corazón nuevamente más al recodar aquella voz de la cafetería y del pasillo.

-¡AH! ¡Yeol carajo! Ella sólo quería ayudar y fuiste grosero -apreté uno de los cristales en mi mano-
Nada te sale bien ¿Qué eres idiota? No, peor que eso estás ciego ¡maldición!
Vaya que este mal día ha sido asqu... -no termine de hablar pues me empecé a sentir mareado haciéndome caer en los cristales regados del cuarto.-

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Hasta aquí NERY♥