El asesinato de Constanza © (#1 Mystères Infinis)

Capítulo I

Elizabeth Collins se encontraba en pleno vuelo desde París hacia Strasbourg (Francia).

Pronto llegaría a su mansión en donde supuestamente la esperaban Louis, John, Margaret y Constanza, sus hijos.

Habían, también, unas cuantas personas más; el Mayordomo Steve, sus criadas, su esposo Julián (padrastro de Maggie y Constanza) y su padre William.

Lo que Elizabeth no consideraba, era que el ambiente estaba tenso, ya que habían ocurrido una serie de episodios que generaron una fusión de emociones diferentes; Euforia, furia, tristeza, desagrado e impotencia.

Consatanza, estaba ahogada entre sus pensamientos dentro de su habitación, buscaba desesperada algo entre sus cosas.

John, se peleó con su novia Estelle y según las criadas la chica se fue llorando.

Maggie, se acariciaba el rostro con hielo, ya que, su abuelo la había golpeado.

Elizabeth llegó a Strasbourg.

La última luz encendida de la mansión terminó apagándose cerca de las 3:30 am.

Algo extraño ocurrió esa noche, una tragedia.

***

A la mañana siguiente, una criada bajó rápidamente histérica. Comenzó a hablarle a Elizabeth.

-¡Ocurrió algo espantoso!

-¿Qué pasa Pía?

-¡Un cuchillo...en la escalera! -explicaba muy nerviosa -¡Está cubierto de sangre!

-¿Cuándo lo viste? -preguntó confundida -Vamos a ver.

Cuándo Elizabeth y Pía se dirigían hacia las escaleras, alguien llamó a la puerta. Steve abrió. Eran tres detectives.

-Necesitamos hablar con Julián Bouygues y Louis Bouygues

-Ellos no están -Respondió seriamente -¿Desea que llame a la Sra Collins, la esposa del señor Julián?

-Sí, por favor

El mayordomo fue en busca de Collins y para llamar su atención, alzó la voz.

-Sra Collins unos detectives buscan a Julián y Louis.

-¿Por qué? -Preguntó ofendida.

-No me dijeron.

-Voy enseguida.

Un detective era alto y tenía unas gafas encima de su cabeza, otro era gordo, bajo y con muy mal aspecto, el tercero era un pelirrojo de mal humor. Elizabeth los atendió.

-¿A qué se debe su visita?

-Queremos interrogar a Louis y Julián

-¿Por qué? -preguntó seria -¿Les a ocurrido algo?

-Asuntos de droga.

-No comprendo

-Las preguntas las hacemos nosotros -contestó el pelirrojo -Sólo díganos donde carajo esta Julián y Louis o si no tendremos que inspeccionar la casa.

-No estoy muy contenta con ese tipo de tono, así no se debe tratar a la gente, menos si están en su casa. Además, mi hijo y mi esposo salieron temprano, en la madrugada, cómo a las 5:00 am y creo que volverán mañana temprano, estos tipos de viajes son algo largos, normalmente nos traen obsequios, cosas pequeñas. La última vez fueron a París y regresaron una semana después, visitaron muchos lugares, comieron muchas cosas... Lo sé porque quedaron con indigestión -Soltó una pequeña risa.

-La pasta base es muy popular en París y su sobre consumo produce vómito e indigestión -Opinó el alto de una forma no muy agradable para Elizabeth.

-¿Qué estas insinuando? -La diminuta expresión de felicidad en el rostro de Elizabeth se eliminó por completo -¡Si vienes a decir indirectas molestas a mi casa te pediré que te retires!

-No hasta realizar el objetivo de venir mis colegas y yo.

-¡Ya te dige que no está! -Exclamó furiosa -Vuelvan mañana, puede que tengan más suerte mañana, como a las 2:30 pm.

-Mañana... -Respondió el gordo -Volveremos justo a las 2:00 pm, Si no está ese par, llamaremos a una patrulla de detectives y entraremos a la fuerza y usted y todos lo que están en esta casa se irán presos, por cómplices.

-Como quieran.

Los detectives se marcharon y Elizabeth echó un suspiro.

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