CAPÍTULO 9: LA VERDAD NO ES SIEMPRE LO QUE PARECE

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Cuando el morocho se marchó el cuerpo de la ojiperla aun no dejaba de temblar. Sentía que aquello no estaba bien, ella no quería que él la odiase, en el fondo sabía que tampoco quería alejarlo, pero debía, sino su Naruto... él... sus sentimientos por el rubio...

—Hina, ¿qué es lo que ha ocurrido? —preguntó el Inuzuka acariciando la mejilla de la chica, pero Hinata no tenía fuerza para nada, por lo que solo lo abrazó volviendo a sorprenderlo, pero no se quejó, no podía tenerla así de cerca cuantas veces quisiera.

Aspiró su delicioso aroma, aunque notaba ligeramente el del morocho, haciendo que se enfadara, pero igual no le dio importancia, no quería desperdiciar ese momento en pensar en el Uchiha. Acarició su sedoso cabello, le encantaba tenerla tan cerca, que estuviera entre sus brazos. Él siempre la había protegido y cuidado, pero no porque la viera como una hermana como ella creía.

No, aquella era una mentira que le había hecho creer no solo a ella sino que a él mismo, aunque siempre había sabido, desde aquel día en que la había besado jamás podría verla de aquel modo. Por ello le había herido saber que estaba enamorada de Naruto, mas siempre la había apoyado, después de todo, aunque no lo dijera en voz alta creía que Naruto era bueno para ella, le había servido de inspiración muchas veces, ayudándola con su sola presencia a salir adelante, él era el impulso de ella. Algo que él jamás había logrado, no al mismo nivel que el ojizarco.

Hinata se sentía segura en los brazos de su amigo, él era como un hermano más, igual que Neji o Shino, muy diferente a lo que le hacía sentir Sasuke, no sentía esos cosquilleos ni ese calor, ni siquiera esas voraces ganas de tocarlo y que la tocara, no había hormigueo, solo confort.

—¿Ya estas mejor? —le preguntó con una dulce sonrisa haciendo que la ojiperla asintiera. —Hina, me preocupas, me puedes decir qué ha ocurrido.

Ella lo miró con nerviosismo, la verdad es que ni siquiera ella lo sabía...

—Creo que Sasuke-kun ahora me odia.—dijo en un triste lamento sorprendiendo al castaño.

—¿Por qué dices eso? ¿Ha ocurrido algo? —preguntó.

La mirada de la chica reflejaba culpabilidad y no entendía por qué. Hinata no era alguien que hiciese daño a nadie, no entendía nada.

—Es mi culpa.—respondió, confundiendo todavía más al castaño. —Kiba-kun ya es tarde, t-tengo que regresar a casa.—dijo haciendo que él la mirara.

—Te acompa—pero se vio interrumpido por la peliazul, que le dijo que prefería ir por su cuenta.

Indeciso la dejo ir, claramente aquellos ojos perlados le imploraban unos minutos de soledad, así que no se los podía negar. Solo esperaba que mañana estuviera mucho más tranquila y le explicase bien qué era lo que había ocurrido con el Uchiha. Desde el día que había descubierto sobre el beso entre ella y el exvengador había tenido muchas dudas, y todo se había multiplicado al escuchar las habladurías de la gente.

Pero esperaría, aguantaría sus ansias por saber qué ocurría, quería que la peliazul se sincerara con él por voluntad propia. Por esta vez seguiría el consejo de Shino y no haría caso a su impulsivo carácter que le demandaba respuestas.

—Ve con cuidado, Hina.—dijo él para luego despedirse y dejarla marchar en la espesura de la noche.

Ella siguió caminando hasta su mansión, sin poder alejar de su mente aquellos molestos ojos ónix que la habían mirado con frialdad. Sentía su corazón encogerse, no quería que el morocho la odiara. Estaba hecha todo un lío, sus intereses estaban chocando los unos con los otros, por una parte no quería perder a Sasuke y por otro estaba Naruto...

Naruto-kun, susurró.

Aquel chico se había vuelto su pilar desde aquel día en que la había salvado, desde allí lo había mirado siempre de lejos, admirándolo en silencio.

Era distinto a lo que tenía con Sasuke, para ella el rubio era algo idílico, como un mantra que la ayudaba a seguir fuerte, mientras que Sasuke, él... ¿Qué era el azabache para ella? Cuando lo tenía a su lado se sentía bien, mucho más tranquila. Bien era cierto que se ponía nerviosa cuando se acercaba de más, pero cuando hablaba con él se sentía muy bien.

Entonces... ¿por qué estaba huyendo de él? ¿Era por temor a esos salvajes sentimientos que él le generaba?, ¿o porque se estaba volviendo más importante que el ojizarco? Y... ¿eso en verdad importaba? Ya no lo sabía.

Cuando giró la calle, frente a su puerta notó una silueta que al principio no reconoció por la poca luz que había, pero luego se sorprendió.

—¡Naruto-kun! —exclamó asombrada al verlo allí, haciendo que el rubio la saludara con una de sus típicas sonrisas.

—Hola, Hinata-chan.—respondió. —¿Has hablado con el teme? —preguntó haciendo que rápidamente sus mejillas de ella se sonrojaran por solo nombrarlo, pero que luego, cuando su mirada gélida vino a su mente su rostro se ensombreció. —¿Ocurre algo? —preguntó, pero la ojiperla negó.

—¿Necesitas algo, Naruto-kun? —preguntó haciendo que el rubio riera nervioso, pero ella por pensar en Sasuke no lo notó.

—Solo quería hablar contigo.—dijo él sorprendiéndola.

—¿Estás seguro de que no ocurre nada, Naruto-kun? —volvió a insistir, ya que se le hacía extraño que el chico viniese expresamente a hablar con ella a esas horas de la noche. Pero sencillamente él negó.

La peliazul lo miró directamente y se dio cuenta de que su nerviosismo cuando se encontraba con el rubio había disminuido, algo que la extrañó un poco, mayormente era un manojo de nervios cuando el chico estaba cerca. ¿Desde cuándo le ocurría aquello?

—Hinata-chan, tú y el teme... ¿lo quieres? —aquella pregunta la tomó desprevenida, su corazón comenzó a latir frenéticamente, sus mejillas se sonrojaron fuertemente y sus piernas comenzaban a temblar, mientras que en su cabeza se repetía una y otra vez "lo quieres", para que después todo se volviera negro.

Rápidamente el Uzumaki fue a socorrer a la chica, preocupado porque se desmayara tan repentinamente, aunque eso no era nuevo. Mientras que Sasuke lo había visto todo, o al menos eso creía, ya que justo había llegado cuando la chica se desmayaba, creyendo que era por tener a Naruto cerca. Haciendo que miles de pensamientos equivocados surgieran en su mente.

Ella solo lo ama a él, se dijo para sí y luego salir rápido de allí.

Notas de la autora: ¡¡Hola!! Bueno aquí esta el cap, no sé muy bien que decir, como ya anteriormente dije esto en principio había sido escrito para ser un oneshot, pero al final acabó así, por lo que no se muy bien a donde quiero ir a para con todo esto. Igual espero que no os aburráis con este cap, porque el que viene será mejor, o al menos eso creo yo.

Primer beso [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora