🌵 𝓐𝓫𝓾𝓮𝓵𝓸𝓼 🌵

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México despertó por quinta vez en la madrugada

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México despertó por quinta vez en la madrugada. Eran las tres de la mañana y el pequeño radio para bebés de su habitación transmitía un los llantos de sus hijos. Empezó a despertar lentamente hasta que escuchó una voz grave y suave decir un par de palabras en otro idioma. Abrió los ojos de golpe y fue casi corriendo a la habitación de sus hijos.

Se detuvo del otro lado de la puerta escuchando pasos de unas botas pesadas dentro, con sus hijos. El llanto de sus pequeños era algo fuerte. Asustado, tomó lo primero que vio y abrió la puerta de la habitación encontrándose a alguien alto cargando a uno de sus hijos. Empezó a acercarse a el.

¡No! ¡Alejate de mis hijos, pendejo! —empezó a golpear el aire con el florero que había agarrado.

Мексика? (¿México?)

—¿R-Rusia? —encendió la luz de la habitación encontrando a su esposo cargando a Nicte—. ¡Rusia!

Se abalanzó sobre el abrazándolo y llenando de besos su rostro. Vio que aún tenia puesto su traje especial y que respiraba a través de aquella mascarilla. Lo abrazó con fuerzas mientras sonreía y pequeñas lágrimas salían de sus ojos.

C-Crei que me habías abandonado...

Nunca lo haría, cariño. No te abandonaría ni a ti ni a mis pequeños. Son mi familia —le sonrió expulsando algo de humo de sus pulmones, pero en menor cantidad—. Además, me estoy recuperando. 57% de mi incendio ya está extinto.

—Eso es genial, Chikistrikis —besó sus dos mejillas—. Me alegra que estés de regreso.

—Nuestros pequeños —dijo arrullando a su hija para que durmiera—. ¿Cómo han estado?

—Son hermosos, Rusia —dijo mientras tocaba la mejilla de su pequeña y esta atrapaba su dedo entre sus manos.

México no podía creer que Rusia hubiera regresado. Lo había extrañado tanto, y en serio quería que conociera bien a sus pequeños. Anielka pesaba cuatro kilos, comía y dormía mucho. Nicte pesaba tres kilos, le gustaba agarrar cosas y observar cosas.

Lo , mi amor —dijo mientras Nicte abría sus ojos azules—. Vaya, tiene mis ojos.

𝕰𝖘𝖕𝖎𝖗𝖎𝖙𝖚 𝕷𝖎𝖇𝖗𝖊 [ʀᴜsᴍᴇx] {𝕋𝕖𝕣𝕞𝕚𝕟𝕒𝕕𝕒}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora