🌵 𝓔𝓵 𝓷𝓪𝓬𝓲𝓶𝓲𝓮𝓷𝓽𝓸 𝓭𝓮 𝓵𝓸𝓼 𝓹𝓮𝓺𝓾𝓮𝓷𝓸𝓼 🌵

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Se escuchó un grito desgarrador dentro de aquella casa

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Se escuchó un grito desgarrador dentro de aquella casa. Rusia se asustó y dejó caer las llaves accidentalmente. Las recogió y volvió a colocarlas abriendo la puerta.

Мексика (México) —caminó por toda la casa asustado.

Vio un rastro de sangre por el suelo. Lo siguió bastante temeroso de lo que podría llegar a encontrar. Aquel rastro lo condujo al baño donde se encontraba México en una tina.

Rusia... Ayudame, wey... —respiraba bastante agitado con lágrimas en los ojos.

El más alto se quedó quieto donde estaba sintiendo como se le bajaba la presión. Sintió que se iba a desmayar, pero no era el momento. Tenia que ayudar a México y a sus pequeños. La cosa era... Que no sabia como. Empezó a hiperventilar.

M-México, ¿qué hago?

Ayudame... Has lo que hayas visto en películas... No lo —le gritaba mientras controlaba su respiración.

E-Está bien.

Caminó de un lado a otro por todo el baño bastante nervioso. Tomó toallas y se metió a la tina con el. Separó sus piernas.

Vamos, amor. Puja, puja —se notaba el miedo en su voz.

México comenzó a hacer presión para sacar a sus pequeños. Sentía como se desgarraba por dentro mientras se abrían paso dentro de el. Estaba sudando y le dolía demasiado todo el cuerpo. Su espalda se arqueaba y sus manos se aferraban con fuerza a las orillas de la tina. Controlaba su respiración. Quería tomar la mano de Rusia en aquel momento, pero este le estaba ayudando a dar a luz. Pujaba sin obtener resultado alguno, ¿se habían atascado? Rusia acomodo a su pareja en una mejor posición mientras veía que ocurría.

дерьмо (Mierda)

México soltó el grito más desgarrador que alguna vez había salido de sus labios. Sentía como sus caderas se flexionaban un poco dejándole sufrir una agonía de dolor. Escuchó el llanto de un bebé recién nacido. Tragó saliva mientras respiraba con dificultad. Rusia estaba cargando con uno de ellos.

Es el varón —le dijo mientras lo dejaba recostado con cuidado sobre las toallas—. Vamos, queda nuestra pequeña. Puja, México.

México aplicó la misma fuerza, pero estaba cansado. Ya no podía hacerlo. El dolor se intensificaba y había perdido mucha sangre. Su vista se nublo y dejó de escuchar cualquier cosa. Sólo podía ver a su pareja tratando de despertarle o hacer que reaccionará. Se sentía tan débil.

𝕰𝖘𝖕𝖎𝖗𝖎𝖙𝖚 𝕷𝖎𝖇𝖗𝖊 [ʀᴜsᴍᴇx] {𝕋𝕖𝕣𝕞𝕚𝕟𝕒𝕕𝕒}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora