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❝De tardes en la biblioteca e invitaciones desagradables

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De tardes en la biblioteca e invitaciones desagradables.

Los nervios lo estaban consumiendo. Hyunjin no podía dejar de mover la pierna con un balanceo ansioso. Él necesitaba que el timbre sonara ya, pero aún faltaban unos largos diez minutos para que aquello ocurriera.

Hacía una semana que él no aparecía, y eso no le gustaba nada.

Hwang llevaba, desde que empezó la universidad, yendo a la biblioteca que quedaba cerca del centro. Era un lugar bastante acogedor, con una muy buena iluminación, gran variedad de libros, y siempre parecía estar a la temperatura adecuada.
Sin duda, el sitio perfecto para pasar la tarde, encerrado allí, estudiando.

Pero no, Hwang Hyunjin no iba allí con la intención de pasar una tarde tranquila de estudio. Era difícil concentrarse teniendo a Yang Jeongin paseando de arriba hacia abajo por los pasillos de la biblioteca.

Era tan tierno, y Hyunjin estaba tan encandilado...

El mayor nunca se había atrevido a hablar con él, le daba vergüenza. Algo extraño teniendo en cuenta con cuántas personas había estado a lo largo de su adolescencia.

Lo vio por primera vez hacía un par de meses. Hyunjin había sido arrastrado por sus amigos hasta aquel lugar, pues querían tener una tarde de estudios tranquila, y en ninguna de sus casas iban a conseguir concentrarse. El del cabello miel se estuvo quejando todo el camino, apelando que su casa era silenciosa, y que no le apetecía estar en un lugar en el cual no pudieran levantar mucho la voz al hablar. Minho le dijo que esa era una gran razón para estar en la biblioteca, pues lo que debían hacer era estudiar, no hablar.

Lo siguiente pasó todo muy deprisa. Entraron al lugar, cogieron sitio, comenzaron a estudiar, y, de repente, un chico castaño con la respiración entrecortada, por haber llegado corriendo, entró en el lugar, y fue directo a hablar con la encargada de la biblioteca, pidiendo perdón entre susurros por haber llegado tarde.

El de cabellos miel se quedó observandolo, curioso, consiguiendo que el menor se sintiera vigilado y buscase con la mirada el causante de ese sentimiento, dando, de esa forma, con los orbes oscuros del más alto. Sonrió, y continuó colocando libros.

Sonrió, y Hyunjin quedó prendado.

Y, tras esa tarde, el alto no faltaba ninguna para ir a "estudiar" a la biblioteca. Aunque fueran solo quince minutos, él se presentaba. Solo para poder verlo, de lejos, sin atreverse a acercarse.

Al menos lo veía.

Pero ya ni eso, porque el chico de brackets llevaba faltando a su trabajo toda una semana. Hyunjin estaba un poco preocupado, tenía miedo de que hubiera enfermado o algo similar. Por lo tanto, todos los días, a última hora, no podía evitar ponerse ansioso porque sonara el timbre, para poder salir lo más rápido posible de ese aula, y poder ir a la biblioteca, esperando que aquella tarde pudiese verlo.

Wrong number || MinSung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora