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Capítulo largo para compensar mi falta ❤️ os tkm. Ojalá os guste

❝De cafeterías, tormentas, y sentimientos

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❝De cafeterías, tormentas, y sentimientos.❞

Su corazón estaba a punto de salir de su pecho, y el comienzo de un nudo comenzaba a atorarse en su garganta, provocándole unas indescriptibles ganas de llorar cada vez que su vista caía en el reloj, y veía que la hora estaba cada vez más cerca.

Dentro de, aproximadamente, veinte minutos, su hyung Minho aparecería por la puerta de su casa dispuesto a pasar la tarde en su compañía, como ya estaban acostumbrados a hacer desde que se conocieron.

Y Jisung, por supuesto, estaba muy feliz de volver a verlo, y su corazoncito se había agitado con emoción cuando la mañana de ayer recibió el mensaje de la invitación. Fue imposible recházalo, y ya había dado la afirmativa incluso antes de tan si quiera pensarlo un poco.

Pero ahora, a escasos minutos de que la presencia del mayor llegase a su casa, su cabeza se había llenado de inseguridades, y el recuerdo de aquella desolada noche que fue eterna mientras se sumergía en sus más profundas penas, y miedos, había asaltado sin ningún tipo de tapujo su cabeza, generándole aquel vacío profundo en la tripa, y unas inminentes ganas de llorar que apretujaban su pecho.

Y todo empeoró cuando estaba vistiéndose, como siempre, frente al espejo de su habitación. Realizando, al igual que cada mañana, esa tortuosa rutina de despreciar lo que veía reflejado en aquel cristal; de pasear su mirada por cada centímetro de su torso, deteniéndose en la más mínima imperfección; de delinear con la vista cada facción de su cara, mordiéndose fuertemente el labio al no verse bonito; percibiendo como su pecho se apretaba a cada minuto que pasaba, y él continuaba parado frente a su imagen, sintiendo esas inmensas ganas de llorar al no encontrarse con la apariencia que él deseaba.

Esa inexplicable decepción que acechaba su pecho, cada vez que volvía a confirmar que seguía siendo él quien estaba parado frente al espejo.

Con el mismo rostro, el mismo cuerpo, y el mismo gesto asqueado dibujado en su cara.

Todo igual.

Era él.

Mierda.

Pasó una de sus manos por su cabello, despeinandolo ansiosamente mientras se obligaba a desviar su mirada, tomando todo el aire que sus pulmones le permitían, para después soltarlo con lentitud, repitiendo ese movimiento un par de veces en un intento desesperado por tranquilizarse. Su pecho dolía demasiado, y su tripa se apretaba con intensidad. No se sentía bien, y la sensación que recorría su organismo le enfermaba.

Quería llorar.

Inhaló profundamente por última vez, tragando el nudo que se había creado en su garganta, para ignorar después como se estaba sintiendo –o al menos hacer el intento de olvidarlo–, y vestirse con la ropa que había escogido de su armario.

Wrong number || MinSung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora