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❝De despertar solo y dormir acompañado

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❝De despertar solo y dormir acompañado.❞

A Minho le gustaba presumir de que no solía equivocarse nunca, y esta vez no fue una excepción.

Después de una cena contundente, y un rato de charla grupal, los chicos decidieron irse a dormir, más por el bien de Jisung que del cansancio que esperimentaban, el cual era prácticamente nulo.

Minho, Hyunjin y Changbin se asentaron en el salón, donde anteriormente habían colocado las mantas y almohadas, dispuestos a pasar una noche incómoda debido a la tormenta que arrasaba la ciudad fuera de aquel edificio, y el duro material en el que se estaban tumbando.
Felix y Jisung, al igual que la noche anterior, fueron a la habitación que muy amablemente les había cedido el dueño de la casa, mientras este dormía en la suya propia.

Han trataba de disimular el creciente malestar que se había acoplado en su cuerpo, pero lo cierto es que nunca fue bueno escondiendo sus sentimientos.
Le dolía mucho la cabeza, y sentía frío, además de que notaba como si su pecho estuviera siendo comprimido. Lo habían asaltado dos ataques de tos, y en varias ocasiones se había desencadenado un largo hilo de estornudos. Los demás chicos se percataron de aquello, y no le quitaron los ojos de encima en ningún momento al comprobar que no estaba tan bien como decía.

Cuando por fin pudo sumergirse en la calidez de aquella mullida cama, no evitó dejar salir un suspiro de satisfacción. El dolor de cabeza seguía intacto, pero al menos ahora estaba cómodo y calentito. El colchón se hundió a su lado segundos después, indicando que Felix había ocupado el otro extremo de la cama.

La luz fue apagada casi al instante, y la habitación, al igual que la casa, fue arropada por un silencio sepulcral, solo roto por el sonido de las gotas de lluvia impactando con fiereza contra los delicados cristales de la casa del extranjero, y el fuerte sonido del viento soplando sin compasión fuera de aquellas cuatro paredes

Jisung mantenía los ojos abiertos, escuchando con atención el ruido que había en el exterior. Frunció el ceño, apretando los labios a la vez que cerraba con determinación los ojos, en un vano intento por apaciguar la presión que notaba en la cabeza. Le dolía demasiado. En esos momentos se arrepentía de no haber llevado abrigo al salir de casa, estaba seguro de que había pescado un resfriado debido a la humedad y las bajas temperaturas.

Por suerte, el sueño fue más fuerte que su malestar, y no tardó en caer rendido en los brazos de Morfeo, dejándose arrullar por la calidez que le brindaba el cuerpo de su amigo, y la suavidad de la tela de aquellas calentitas mantas.

El cielo caía sobre la ciudad en esa oscura noche, convertido en pequeños diamantes de agua; y los truenos resonaban por cada rincón, después de que el rayo iluminase la extensión de ese oscuro manto envuelto en tinieblas.
Aún así, los seis chicos que ocupaban aquel apartamento, dormían sin interrupciones por los sonidos medioambientales.

Wrong number || MinSung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora