Luto

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IsaacChristensen es el autor del original. 
Espero que entiendan suficiente el inglés para leer lo que dice en la imagen. A disfrutar!
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Percy Jackson bostezó y se estiró. Parpadeando contra el brillo del día, comenzó a ponerse su polera.

"Mamá?" Llamó. Para él, era inusual que ella le dejara dormir hasta tan tarde, y no olió ni escuchó nada proveniente de la cocina. Se congeló cuando una realización familiar cayó en él, como un cubo de agua fría. Semi vestido, volvió a acostarse silenciosamente.

No fue un sueño: Sally Jackson estaba muerta. Por cuatro días, cada mañana había empezado de la misma manera. Percy se levantaba, inconsciente de lo que había pasado, en paz por unos benditos, traidores momentos, y luego todo caía sobre él.

Pasaba el resto del día en su cama sin hablar ni comer, lágrimas silenciosas cayendo por su cara. Estaba hambriento, pero no le importaba. Cerró sus ojos con fuerza. Merecía morir de hambre por haberla dejado morir.

Por supuesto que para ella no sería suficiente con dar toda su comida a niños hambrientos. Por supuesto que ella intentaría hacer algo más, incluso si iba en contra de la ley.

La pena por robar era la muerte en Panem. Según la filosofía de Sally, si alguien estaba suficientemente hambriento para robar comida, incluso si eso significaba morir en caso de que le descubrieran, entonces merecían toda la ayuda que podía darles. Percy tuvo que sujetarla alguna vez. Un viejo hombre fue descubierto robando una manzana de un carro, y ella intentó ayudarle con toda su fuerza, a pesar de que solo iba a conseguir ser ejecutada junto a él. Percy conocía a ese hombre, y optaba por darle la muerte rápida e indolora que buscaba antes que morir de hambre.

Ésta vez, fue un niño de diez años. Percy sabía que no habría tenido la fuerza suficiente para detenerla de ayudar al chico, pero por supuesto la vez que ella necesitaba protección él no estuvo ahí para otorgarla.

Con sus ojos cerrados, volvió a recordar cuando estaba caminando al mercado para vender los conejos que había cazado. Todos tenían el rostro más ensombrecido que lo normal, lo cual no era poco decir en el Distrito 12. Había un grupo estrecho de gente rodeando algo que no logró ver, y un chico estaba llorando.

Mientras Percy se acercaba a Sae la Grasienta, la antigua carnicera, ella retrocedió y evitó mirarlo. Tal vez Percy habría encontrado una mejor oferta por los conejos en cualquier parte, pero Sae era la única que compraba perros salvajes si era lo único que conseguía. Percy frunció el ceño. Sae normalmente era más bien bulliciosa, habladora, siempre lista con una sonrisa y un guiño.

"Pasa algo?" preguntó Percy. Ella miró alrededor como pidiendo ayuda, y luego suspiró.

"No quería ser la que te dijera esto, hijo," empezó, y Percy se puso en tensión. Sae dejó escapar una exhalación y dejó caer sus hombros. De una vez, su larga edad fue más visible de lo que Percy haya visto nunca, todos sus duros años en el Distrito 12 llegando a ella y mostrándose. Ella apuntó hacia el tumulto de gente cerca de la panadería.

"Míralo por ti mismo."

Después de recibir una cantidad de dinero bastante generosa por los conejos, cosa que le preocupó aún más, hizo su camino hacia el centro del público. Al menos, esa era su intención. Todos los que lo vieron se hicieron a un lado inmediatamente, creando un camino claro para él directo al centro. Ignoró todas las miradas lastimeras, preocupadas e incluso enojadas que le dirigieron.

Un Agente de la Paz estaba sentado en un banco, pálido, con manos temblorosas. Su pistola estaba en el suelo, a un par de inchas de distancia, donde parecía que la había soltado. El chico que había escuchado llorar estaba en posición fetal a un lado, el hijo del panadero, Peeta, estaba junto a él, tranquilizándolo.

Todos esos detalles corrían por su mente, pero no se había dado cuenta realmente de eso. En el suelo, con sus ojos mirando sin rumbo hacia adelante, estaba su madre. Se sintió como si hubiera recibido una patada en el estómago, mientras el aire desaparecía de sus pulmones. Y cayó de rodillas. Había sangre acumulada alrededor de su cabeza, y Percy luchó por avanzar hasta llegar a su lado.

El dolor era demasiado; Percy se sentía entumecido. Se meció hacia atrás y hacia adelante silenciosamente, forzándose a despertar.
Nunca lo consiguió.

Miró hacia el frente con agudeza mientras el sonido del chico llorando subía de nivel. Otros tres Agentes de la Paz habían llegado, y dos se llevaban al chico mientras el tercero ayudaba al que seguía temblando a pararse. Percy miró a sus pies.

"Qué ocurrió?" Demandó, su voz completamente carente de emoción alguna. Él mismo se habría extrañado de cómo sonaba, pero era incapaz de sentir nada.

El tembloroso dio un paso. Con voz temblorosa, explicó, "Este niño fue descubierto robando pan y yo fui llamado para hacerme cargo. Todos saben cuál es la penalización por robar." Se veía enojado, cosa que sorprendió a Percy. También odiaba matar. "El chico empezó a gritar, y la Sra. Jackson vino a ayudarle. No sé cómo planeaba ayudar a un chico condenado a morir, pero le sujeté el brazo. Se enfureció, y me empujó. Entonces ella... ella tomó al chico y comenzó a correr. Yo —" empezó a sofocarse. "Yo no podía- no hice—"

Percy lo detuvo. "Lo sé," dijo. "Lo entiendo. Ve a cuidar de tus hijos, Sr. Jones." Se volvió. Sabia que esto no debía haber sido un hecho tan peculiar, los Agentes de la Paz hacían este tipo de cosas todo el tiempo, pero...
Todos amaban a Sally Jackson.

Por alguna razón incluso el mismo Percy no entendía, no estaba enojado con el Agente. Si él no lo hubiese hecho, alguien más habría tomado su lugar. Y ella habría muerto de cualquier manera. No había forma de que Sally pudiera haber salido viva de esta situación. En el clímax del momento, su entrenamiento tomó control. Incluso con las consecuencias, probablemente no disparó a propósito.

Pero eso no significaba que Percy no estuviera enojado; solo le echó la culpa a los que realmente lo merecían: el Capitolio. Pero no podía dejar la ira tomar control, aún no. Si se permitía sentirse enojado, tendría que soportar un dolor increíble.

Percy Jackson el Tributo (crossover Percy Jackson/Los Juegos del Hambre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora