Percy Jackson el Tributo (crossover Percy Jackson/Los Juegos del Hambre)

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Percy parpadeó una vez. Dos. "Qué."

Poseidón dió una sonrisa nerviosa. "Soy un dios, Percy. Soy el dios Del Mar, los terremotos y los caballos," dijo, sonando un poco evasivo. Percy, de manera entendible, estaba extremadamente nervioso. Si con el hecho de ser un dios era algo evasivo, cuál sería la verdadera bomba que iba a dejar caer?

"A diferencia de otros dioses griegos, yo... también soy inter-dimensional. Ha sido un secreto por mucho tiempo y, con suerte, continuará siendo así. Zeus se enojaría bastante si supiera que tengo dominio sobre algo que él no puede siquiera ver, mucho menos acceder. No estoy seguro de cómo las dimensiones se convirtieron en dominio del dios Del Mar, pero aquí estamos. Básicamente, Percy, ésta dimensión está muy cerca de mi dimensión nativa. En algunos lugares, casi entran en contacto; Sally Jackson existía allí también, y me enamoré de ella. Al hacer eso, también caí por tu madre, que era tan maravillosa como la otra. Cuando pasaba tiempo con una, era partido a la fuerza en dos aspectos diferentes, y cuando tuve a tu gemelo dimensional, también te tuve a ti.

"Ahora, no sé cómo esto puede afectar tu vida, pero sí se que explicará muchas cosas que has estado preguntándote. Estos sueños que estás teniendo es todo lo que el otro Percy –– lo llamaré tu hermano, es suficientemente cercano –– ha hecho por nuestro mundo. Cuando naciste, tomé algunas precauciones, y le pedí a Hefesto, el dios de la forja, hacer un chip de bronce celestial que introduje en tu cabeza cuando eras un bebé. Es por eso que estás tan familiarizado con las armas y armadura que te di. Revisa el cofre, y te darás cuenta de que olvidaste algo."

Curioso, Percy miró dentro y vio nada más ni nada menos que la tapa de un bolígrafo. Tomó la inútil pieza de plástico y lo mostró, confundido. "Esto?" Preguntó. "Lo dejé a propósito."

Las esquinas de los labios de Poseidón se levantaron en diversión. "Percy, saca tu espada," dijo dramáticamente.

Poniendo sus ojos en blanco, Percy hizo tal como le dijo, sacando la filosa espada grabada con el nombre Anaklusmos. Contracorriente, tradujo su mente por él. Con un gesto, se la ofreció a Poseidón, quien la rechazó levantando sus manos y sacudiendo la cabeza.

"Percy, esa espada es tuya, no mía. Ahora, pon la tapa en la punta de la espada," dijo, como si fuera el consejo más razonable del mundo.

Sacudiendo su cabeza, Percy hizo tal como le dijeron, sin importarle si se hacía ver como un tonto. Entonces, de la nada, estaba sujetando un boli. Lo miró, confundido. "Qué... donde está mi espada?" Le preguntó a Poseidón.

Este, por su parte, parecía estar aguantándose la risa. "La tienes en tus manos, hijo. Destapa el bolígrafo."

Sacándole la tapa, observó, asombrado, cómo se transformaba en la majestuosa espada que había sido antes. "Wow," logró decir.

"Entonces... qué significa esto sobre la manera en que transcurrirá mi vida?" Preguntó Percy, balanceando la espada un par de veces antes de volver a convertirla en un bolígrafo y dejarlo en su bolsillo.

"Bueno, considerando la manera en que la vida del otro Percy ha transcurrido por ahora... probablemente serás elegido para los Juegos," dijo Poseidón. "No hay motivo para suavizarlo, la vida de tu hermano ha sido un asco, y considerando el mundo en el que vives, es probable que apeste para ti también. Lo siento."

Percy respiró profundamente y logró hacer una sonrisa. "No suena tan mal," dijo, estirándose. "Vivir una vida emocionante y morir por una causa es mejor que simplemente quedarse sentado, supongo. Además, mientras antes pueda volver a ver a mamá, mejor."

Poseidón pareció sorprendido, pero satisfecho. "Mira, Percy, siento no haber estado presente en tu vida. Muchos semidioses culpan a sus padres por darles problemas y abandonarlos, pero no hay nada que podamos hacer al respecto. Soy muy suertudo de tener un hijo como tú," dijo, lagrimeando levemente.