Percy Jackson el Tributo (crossover Percy Jackson/Los Juegos del Hambre)

Secretos

Percy sacudió su cabeza y se paró. Y casi se cae de cara. Sus piernas estaban más débiles de lo que creyó.

Por suerte, Prim no se dio cuenta, y él fue tambaleándose a la cocina para servirse un vaso de agua. Mientras bebía, sintió sus labios agrietados sanarse, su sed desapareciendo y sus piernas ganando algo de fuerza. Llenó otro vaso y vertió el agua sobre su cabeza, sintiéndose energizado inmediatamente.

Percy miró a su alrededor para asegurarse de que Prim no estuviera mirando antes de secarse.

"Eh, Prim!" Llamó. "Iré a ducharme, bien?"

"Okey!" La escuchó responder.

Cerró la puerta del baño con llave, se sacó la ropa y se metió en la ducha. Su familia ya había dejado de pagar la factura del agua hace varios meses, pero eso no importaba cuando Percy estaba allí.
Concentrándose, sintió el familiar tirón del estómago mientras el agua surgía por las tuberías. Estaba helada, pero no importaba mucho. Cerró sus ojos y se relajó, el agua arremolinada a su alrededor, limpiándolo sin mover un músculo.

Cuando terminó, dejó el agua caer de vuelta a las tuberías antes de salir de la ducha y secándose con sus poderes otra vez. Se envolvió en una toalla antes de volver a su habitación por un cambio de ropa extra.

Cuando entró, Prim lo miró y puso los ojos en blanco, volviendo a empacar cosas para él en varios bolsos.

Percy agarró una sencilla camiseta naranja y jeans antes de volver al baño para cambiarse. A la mitad del camino, escuchó a Prim murmurar por lo bajo, "Lo que Katniss no daría por ver esto." Él se detuvo, sobresaltado, antes de continuar. Probablemente debería decirle sobre su inexplicable habilidad para escuchar tan bien, pero... era bastante divertido escuchar cosas que no debía.

Se vistió, y pasó los siguientes diez minutos recorriendo su casa para tomar sus pertenencias, asfixiándose con las memorias que le traía todo lo que veía. No encontró mucho, pero sabía que probablemente lo querría en un futuro cercano, así que volvió con Prim y la ayudó a terminar de equipar cosas.

Después de que Prim lo ayudó a prepararse, Percy al fin se encontró parado al frente de la habitación de ella. Respiró profundo una vez. Y otra. Cautelosamente, abrió la puerta del cuarto de su madre.

Aún olía a ella. Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras se quedaba tan quieto como una estatua en la entrada.

"Percy?" Escuchó a Prim llamar desde la sala de estar en donde estaba esperando. Él se armó de valor. Sé fuerte, se ordenó a si mismo. Por Prim. Cerró sus ojos. Y por Katniss, se admitió silenciosamente a sí mismo.

Entró a la habitación. En su cama habían algunas sábanas y almohadas que estaba seguro de que los Everdeen podrían usar. En su closet había una foto de ella y Percy cuando tenía siete años. La tomó y la guardó en su bolsillo, suavemente. Contra la pared, junto a la cama, había un cofre. En su mente, la escuchó a ella decirle que lo abra después de haberse ido. Ésta era la razón por la que él no se había permitido pensar en venir aquí. Abrir el cofre hacía su muerte parecer más definitiva, de alguna manera.

Abrió el cofre... y miró confundido a lo que estaba dentro. Como si sus manos tuvieron mente propia, se aproximaron al interior y removieron una pieza opaca de metal negro. Lo ataron al inferior de su pierna, expertamente: rodilleras. Continuó. Protectores de brazos, un peto, piezas para la pierna, guanteletes, de todo. Después de la armadura venía un impresionante arsenal de armas. Una espada larga y perfectamente equilibrada con punta ponderada y una inscripción en un lado que rezaba Anaklusmos, dos cuchillos en una doble vaina alrededor de su cintura, veinte cuchillos arrojadizos todos enfundados en una pieza de tela ancha que se envolvía alrededor de su muslo derecho, dos machetes cruzados en su espalda, un cuchillo secreto enfundado en su manga derecha, y un enorme arco negro, con dos docenas de flechas en un carcaj. Como si fuera poco, había una capa negra y gris con una profunda capucha, ocultando todas sus armas y armadura, al igual que su cara. Todo junto, las armas y la armadura, debían pesar unas diez libras, cosa que asombró a Percy. Al mismo tiempo, se sentía invencible. De alguna manera sabía que la armadura era casi impenetrable. Lo único que no estaba oculto por la capa era el arco y el carcaj.

La capa de aspecto siniestro, se dió cuenta, se veía como un buen abrigo al revés perfectamente normal, pero anormal.

Tenía muchísimas preguntas. De donde había salido todo esto? Cómo lo hizo todo de manera tan perfecta sólo con memoria muscular? Fue de alguna manera algo instintivo? Lo dudaba. Pero la otra respuesta era que fue con la práctica, pero... eso tenía aún menos sentido. Sus recuerdos no parecían manipulados. Todo parecía apuntar a un pasado secreto, pero eso era imposible. Verdad? Tenía alguna relación con alguno de sus sueños recientes?

Seguía soñando sobre un campamento, en un lugar llamado Long Island. Había una hermosa chica rubia con ojos grises a quien llamaba Annabeth, pero no se sentía particularmente atraído a ella. Incluso aunque rutinariamente se veía a sí mismo besándola, y actuando generalmente como si estuvieran en una relación, aún sentía como si fuera la vida de otra persona.

"Hola? Percy, estás listo para --" dijo Prim mientras entraba. Se quedó helada.

Jadeó. "Ese es un abrigo muy bonito!" Dijo ella. Él se relajó al recordar que llevaba puesta la capa, y ella solo podía ver su arco. "Además, ese arco es increíblemente grande. Katniss estará tan celosa."

Percy le sonrió y se dio cuenta de que quedaba una cosa dentro del cofre: una mochila. La agarró y metió todas las sábanas y almohadas dentro. Todas. La mochila ni siquiera parecía un bulto. Curioso, metió su cabeza dentro. Jadeó. Dentro de la mochila había literalmente un cuarto de almacenamiento. Qué diablos.

Percy sacudió su cabeza. Ya resolvería todo lo que estaba mal con su vida después.