Pasó sus manos por sus ojos, quitando la pintura y agua para ver mejor, encontrándose con miles de ojos mirándole con diversión, dedos apuntándole, y fuertes carcajadas. Quiso llorar, nunca se habia sentido tan expuesto y humillado.
Buscó a su mejor amigo entre toda la multitud para pedirle ayuda, pero grande fue su sorpresa al encontrarlo en frente de él con uno de los tarros de pintura, mirándole con rostro serio, pero con una mirada divertida. Apretó el polar entre sus manos, sintiendo la pintura y agua correr por sus puños. Sus cejas se juntaron de forma molesta, e ignorando todo y a todos a su alredor, pasó por al lado de Kim para darle un empujón con los hombros y desaparecer de ahí.
Ese día JiMin no se volvió a ver por la escuela, ni al siguiente, ni al siguiente del siguiente.
—¿En qué tanto piensas?.
La ronca voz de YoonGi le trajo a la realidad, en donde suspiro con frustración y negó mirándole de reojo. Sintiéndose nervioso con la presencia del mayor.
—En una idiotes. ¿Qué haces aquí?.
—Busco a Park.
TaeHyung arrugó su nariz, volviendo su mirada al frente. Esta vez torció sus labios al ver a JiMin a una distancia prudente de él, hablando con NamJoon y SeokJin— dos chicos que se encontraban cursando el último grado— con mejillas sonrosadas y timides, como si en Park JiMin no albergara odio alguno.
—Como ves, no está aquí— respondió de mala manera, haciendo que el mayor juntara sus cejas.
—Lo sé, pero tú estás aquí. Aúnque me iré. Encontré a esa mata de cabello naranja, y se cuando no estoy siendo bien recibido en algún lugar— soltó de la misma manera que TaeHyung, encogiéndose de hombros— asíque, adiós.
Kim vió como su Hyung se alejaba, e inmediatamente comenzó a maldecir, frotando su rostro. Lo que menos quería era que YoonGi se alejara de él. No ahora.
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