SE BUSCA NERD ¡URGENTE! (SSB #4)|JOEL PIMENTEL|Completa.

P8: Patito feo.

—¿Qué?—cuestionó Andrea frotando la cabeza de Landon con su mano.—Déjame ver si te estoy entendiendo...me estás diciendo que Daniela Uccello y tú...

—¿Somos novios?—ofreció.

—Pues...básicamente esa era el punto que quería aclarar.—respondió la castaña sin ser capaz de despegar sus ojos verdes de los de Joel.

—Pues no.—le sonrió él.—No somos novios como tal...quedamos en que nos daremos una oportunidad para conocernos mejor y después ver como fluyen las cosas...—explicó sin mirarla.

—¿Es en serio; Joel?—exigió.

—Bueno, sí. Digamos que somos una especie de novios que recién están comenzando pero vamos...veremos si las cosas fluyen bien...—expuso llevando su atención hasta Landon. Frotó el lomo del perro con renovado interés evitando mirar demasiado en dirección a Andrea.

—¡Te gusta Daniela!—señaló.—Es obvio que va a funcionar porque te conozco como la palma de mi mano y sé que vas a dar lo mejor de ti para que esto de verdad funcione...—agregó la chica.—Sólo por favor prométeme que vas a tener mucho cuidado...

—¿Cuidado...?

—Si.—rio.—Y que nunca vas a dejar de ser tú mismo...

—Te lo prometo...

(...)

—¿Daniela...?—la llamó su madre del otro lado de la puerta de su habitación.

—Adelante.—respondió desde la cama. El domingo había llegado finalmente y lo único que tenía en mente para ese día era quedarse en la cama y ver películas que la hicieran llorar porque aunque en ese momento se consideraba una completa cobarde por no tener el valor suficiente para hablar con Joel y decirle que al principio lo había utilizado, sí. Pero después las cosas se habían vuelto reales y el amor que Daniela sentía por él también era muy real.

—Cariño; tienes visita...—anunció asomando su cabeza dentro de la habitación sacándola de su burbuja de pensamientos tormentosos.

—¿Visitas...?—preguntó. La mujer asintió de inmediato y Daniela frunció sus labios.

—Dile a Ghalia que en este momento no puedo atenderla pero que más tarde le llamo...—respondió lentamente sin prestarle demasiada atención. Podía lidiar con Ghalia después.

—Amor...es que en realidad tu visita no se trata de Ghalia...—anunció. Daniela se incorporó en la cama de inmediato. Se quedó quieta observándole fijamente sin saber muy bien que decir.

—¿Qué...?—murmuró sorprendida.—¿Entonces quien se supone que es...?—añadió.

—Eliud...

La chica se puso de pie en un salto y sin importarle demasiado su aspecto se echó a correr fuera de su habitación. Bajó las escaleras sin cuidado y soltó un suspiro cuando finalmente llegó a la sala. Eliud se giró de inmediato ofreciéndole una sonrisa de oreja a oreja que Daniela Uccello odió con todas sus fuerzas.

—¿Qué haces aquí?—cuestionó de mala gana sin mover un solo musculo de su cuerpo.

—¿Podemos hablar...?—preguntó él a modo de respuesta.

—No.—le espetó.—Lo único que quiero en este momento es que te vayas de mi casa y que no vuelvas nunca más por aquí.—respondió entornando sus ojos.—Lo que tú estás haciendo se llama no tener vergüenza...¿De verdad creíste que lo que tú me hiciste se me iba a olvidar tan fácil...?—se quejó.

—Sé que eché todo a perder...—comenzó lentamente.—Pero...en verdad quiero que me escuches...

—No tengo nada que escuchar.—masculló cruzando sus brazos por encima de su pecho.—Lo que quiero es que te vayas de mi casa de una vez...