In the name of love [Naruto y Sasuke]

Capítulo 16 • Insaciable

Una semana llevaban de convivencia definitiva en la casa que alquilaba Naruto. La casa que rentaba Sasuke estaba vacía y habían roto el contrato. Junto a Sarada se instalaron sin grandes problemas en su nueva casa. La situación sólo auguraba un prometedor futuro juntos.

Hasta el momento todos sentían la dicha de estar en familia. Cada uno por sus razones particulares valoraba la convivencia con un dulzor diferente pero igual de importante.

Sasuke porque la idea de finalmente formar una familia con su Usuratonkachi lo llenaba de ilusión además porque quería que Sarada pudiera tener a Naruto como corresponde.

Naruto porque sentía que afianzaba su vínculo con Sasuke y su pequeña, y porque podía sentirse plenamente en derecho de su rol de padre.

Sarada porque esto era un verdadero sueño hecho realidad, convivir en un clima tan lleno de amor que hasta empalagaba. Ella se sentía en extremo conforme de todo el amor que le dedicaban sus padres y que se dedicaban entre ellos. Además era más grato porque eran suyos. Ella era hija de los mejores shinobis de la aldea y eso la hacía sentirse orgullosa de sí misma. Si antes entrenaba con ahínco por su sueño de convertirse en Hokage, ahora entrenaba más fuerte porque quería estar a la altura de sus padres para llenarlos de orgullo a ellos también.

A Sarada le sorprendía mucho su papá. Es decir, ella sabía que se amaban, pero no lo creía una persona muy capaz de demostrarlo, pero en la intimidad de su hogar su papá era otra persona. Tanto con ella como con Naruto. Su Otōchan le había explicado hace muchos años la increíble capacidad de amar que tiene un Uchiha. Y ella lo había evidenciado en su propia experiencia. Si bien se le dificultaba exteriorizarlo ella amaba intensamente. Y por eso sufrió tanto con el rechazo de Sakura. La torturaba el sentirse insuficiente para ella y su padre. Sufría por ellos pero también amaba al Hokage y su ex esposa y a sus hijos. Una vez que entraban en su corazón ella era capaz de cualquier cosa por sus personas amadas.

Sin embargo, cuando conoció a Sasuke pensó que él tenía atrofiada su capacidad de amar o algo así. Luego con lentitud y paciencia fue conociendo que mucha de sus distancias eran por miedo y por falta de costumbre. Entendió que para acercársele tenía que ser con cautela como para ganarse la confianza de un gato arisco. Pero con ella y con Naruto, Sasuke era más abierto que con nadie. Y de puertas para adentro su padre se animaba a entregar todo ese amor que poseía. Incluso con Himawari y Boruto. Pero a ella la alegraba un montón, porque lo veía genuinamente feliz. Veía a toda su familia feliz. Ahora parecía que la vida la recompensaba por tantos años de amargura y dolor.

Naruto no podía ser más feliz que despertando tranquilamente a su lado. Hundió su nariz en su negra cabellera que como todo de Sasuke lo traía loco y se permitió llenarse de su exquisito olor. Lo abrazó desde la cintura y apegó más fuerte su espalda a su pecho. Su inevitable erección se enterró en su sitio entre las nalgas de Sasuke quien con semejantes distractores del sueño terminó despertándose. Sin abrir los ojos presionó el brazo de Naruto más cerca suyo y se permitió sonreír.

-Buenos días... -Balbuceó somnoliento.

-Buenos días, amor... -Lo saludó Naruto enterrándose lentamente pero sin pausa en su interior.

-Mmm... -Gimió apretando sus labios.- ¡Qué forma de despertarme! -Dijo sonriendo de lado. Naruto aguardaba quieto a que se acostumbrara a su tamaño.

-¿Acaso no te gusta-ttebayo? -Preguntó mientras le mordía el cuello para luego succionarle el lóbulo de la oreja mientras le tironeaba levemente un pezón.

-No me quejo de mi servicio de despertador. -Bromeó girando su rostro buscando sus labios.

Naruto invadió su boca con pasión mientras lo seguía manoseando y con lentitud comenzaba a moverse. La noche anterior lo había hecho suyo y parte de su simiente aún estaba en su interior por lo que moverse se le facilitaba bastante.