COMIENCEN A CORRER

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En éste pasado no muy lejano...

¿Cómo haces para que dos personas te acompañen a un lugar distante?. Esa pregunta no dejaba en paz a Naruto, en especial cuando tenía en cuenta la posibilidad de que sus vidas correrían peligro. No se sentía capaz de mantener una nueva mentira, mucho menos ahora que estaba recuperando de a poco la confianza de sus amigos.

-- Fuu... -- Cargó el mentón sobre la palma de su mano mientras miraba el mantel de la mesa.

Se sintió agobiado.

-- Una excusa... No, mejor ni pensar en una. Quiero decir, la verdad no es mi mejor opción ahora, pero si al menos intento explicarlo, tal vez...  -- mordió su nudillo en medio de un bostezo. Tenía sueño. No podía concentrarse. 

-- Sakura... -- musitó entredientes -- ... y Sasuke... ¡Sasuke...! -- De pronto cabeceó -- Es cierto, ese sujeto me impide pensar claramente. Voy a entrar en crisis por lo que me dijo ésta tarde... ¡Ahh, no puedo dejar de pensar en lo que dijo! -- Se cubrió la boca para no hacer mayor escándalo.

Cuando eran adolescentes, Sasuke padeció de mareos debido a su baja presión sanguínea. A fin de mes viajaba a la ciudad. Los mareos en Sasuke eran algo normal de los tiempos en que todavía eran adolescentes. PERO SOLO EN ESOS TIEMPOS. 

"Dejé de ir hace mucho tiempo"

Naruto enderezó su columna. ¿Sasuke enfermo?, ¿Todavía?. Sakura solía decir que todo estaba en orden, porque mientras Sasuke viajara a la ciudad para hacer su chequeo médico, no había nada que temer. 

Ahora que eran adultos, era extraño que todavía tuviera rastros de esas molestias. 

Y AÚN MÁS PREOCUPANTE... "Dejé de ir hace mucho tiempo"

-- ¿Por qué dejó de ir a la ciudad?. De verdad no lo entiendo. 

Tomó su celular y marcó al número de Sakura, estaba seguro de que ella le daría una buena explicación.

-- ¿Sigues despierto, papá?

Naruto canceló la llamada a la velocidad de la luz. Luego dirigió la atención hacia su hijo.

-- Si... ¿Tu también? -- le dedicó una sonrisa nerviosa.

Menma tenía los ojos prácticamente cerrados. Le daba pereza intentar abrirlos -- Ehh... estaba esperando que llegaras. Por alguna extraña razón, no puedo dormir... -- murmuró mientras frotaba sus párpados en el intento fallido de opacar el sueño de sus ojos.

-- Lo siento, ya voy... -- su hijo ladeó la cabeza pues aún se sentía adormilado -- Oye, aún si necesitas compañía, sería bueno que trataras de dormir si no estoy cerca.

-- Hmm... últimamente no puedo, es muy raro.

-- Espero que no sea porque estás demasiado preocupado, aunque tendría mucho sentido. Han pasado muchas cosas últimamente, y tu solo eres un pequeño niño molestoso. Qué vas a saber tú sobre cómo enfrentar todo eso.

-- Me ofende, pero no diré nada.

-- Sabes que lo digo en broma jaja. Siempre me tendrás aquí para lo que necesites... -- Naruto desordenó el cabello de su hijo para mofarse de él. Menma apenas levantó la mano para quitarse a su padre de encima. No tenía mucha energía. 

-- Nah... también puedo arreglármelas por mi cuenta. Enserio-tteba...

Naruto parpadeó al escuchar su muletilla en las palabras de su hijo.

Una leve sonrisa se dibujó en su rostro. 

 

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Lluvia Eterna /En Correcciones/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora