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Capítulo 6

El Encargo de los Guardias Reales

Estuvo unos segundos sin hacer nada. — ¿Qué... haces aquí? —Leyn quedo inmóvil con la mano en la cerradura de la puerta, mirando a aquel imponente hombre el cual le devolvía la mirada, se le podía observar bastante calmado, pero Leyn siempre lo asociaba con problemas, que allá ido hasta su casa desde Maredell no significaba nada bueno.

«Estoy seguro de no haber hecho nada que comprometa al Alto Mando... ¿En qué me equivoque?», logro alcanzar a ver una joven mujer atrás de él, pero se encontraba muy nervioso como para prestarle mucha atención, entonces sintió como recuperaba la movilidad de su cuerpo, e inconscientemente lo primero que hizo fue intentar cerrar la puerta, era su instinto que le gritaba que tuviera cuidado, pero Enzo se percató de sus acciones e inmediatamente coloco un pie adelante impidiendo que la puerta se terminara de cerrar.

—Cálmate Leyn, solo he venido para encargarte un trabajo —dijo Enzo, cuando Leyn lo escucho relajo su mano, al volver a verlo el rostro de Enzo estaba más relajado y amigable, ya no podía sentir aquella hostilidad que percibió en un principio, respiro hondo y le permitió la entrada a ambos, Beatrice al entrar observo detenidamente a Leyn muy curiosa, luego a Aiden, pasando por Elizabeth, ya después se quedó observando, sala de la casa. Enzo en cambio era más directo y no le prestaba atención a lo que no le importaba, solo estaba ahí por una cosa.

« ¿Qué es lo que quiere Enzo de mí?... dijo trabajo, espero que así sea, no puedo hacer nada contra él y estando Elizabeth aquí no puedo arriesgarme.» —pensó Leyn mientras que aun cerraba la puerta.

—Enzo tiempo sin verte, ¿Quién es la joven que te acompaña? —Pregunto Aiden mirando seriamente a Enzo.

—Joven Aiden, Ella es Beatrice Leone, mi subordinada, es conocida como "la novata prodigio", la mejor de su clase.

—Ya veo, un placer señorita Leone —dijo Aiden, se acercó con seguridad a Beatrice, y mirándola directamente a los ojos le tomo la mano gentilmente, normalmente ella en esta situación actuaria agresivamente, pero con Aiden no puedo reaccionar como siempre lo hacía, al contrario, se dejó llevar, Aiden se arrodillo un poco y le dio un beso en la mano, Ella se sonrojo, desde que era una Guardia Real nadie la trataba como una dama.

—Ah... no necesita llamarme por mi apellido, Beatrice está bien, vaya usted es muy atractivo, aunque su apariencia es un poco andrógina, no está nada mal.

—Si... lo de ser un poco andrógino es algo con lo que he tenido que lidiar toda la vida, y ser delgado no ayuda mucho.

—Pero no se preocupe, no creo que sea algo malo, debe ser divertido ser detective, ¿no es así? —pregunto Beatrice.

—Oh... no, yo no soy el detective —se apresuró en aclarar Aiden.

—El detective soy yo, el solo me ayuda de vez en cuando —escucho Beatrice desde atrás, al voltearse vio que se trataba del chico que le había abierto la puerta, Leyn tenía ceño fruncido mientras veía como ellos interactuaban por su cuenta.

—Eh... ¡es enserio! Este enano es el detective, yo pensé que solo era el ayudante... que decepción.

— ¡Como que enano!, no creas que por ser rubia y hermosa puedes decir lo que se te dé la gana en casas ajenas.

—Oh... así que piensas que soy hermosa, pero lo siento no eres mi tipo —dijo Beatrice de manera engreída.

« ¡Esta mujer!... » —Pensó Leyn ya molesto.

La Leyenda Del Ángel. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora