Capítulo 11
El Alto Mando Americano
Habían terminado de atender a Aiden en el hospital, logro recuperarse de las heridas causadas en el combate ahora solo le quedaba preocuparse de su recuperación. Leyn por su parte le había contado todo lo que investigo del Ángel ese mismo día.
-I-Increíble... -dijo Aiden sorprendido-. Y lo que es más, Enzo no se detendrá aun sabiendo todo esto.
- ¿Por qué esta tan obsesionado con Andark? -pregunto Leyn.
-No lo sé... -contesto Aiden-. Pero por lo que parece se lo toma muy personal.
-Ya te digo yo, Enzo sigue tratando de demostrar lo contrario, ¿Acaso sabe algo que nosotros no?
-No lo creo -contesto Aiden-. Si fuera así no te molestaría tanto... -Aiden por un momento se quedó mirando la pared con una mirada vacía, Leyn miro a la pared que Aiden observaba, pero no le encontró nada extraño-. ...Aunque... -murmuro, Leyn al observarlo de nuevo se percató que ahora su compañero mostraba una mirada llena de determinación.
- ¿Si estás bien? ¿No? -pregunto Leyn observándolo detenidamente-. Te noto un poco distanciado.
-Ah sí, si estoy bien -se apuró en contestar Aiden-. Solo estaba pensando en Andark, su instinto asesino me afecto mucho, suerte que primero lo sentí con mi instinto de cazador y luego al ver un manto oscuro me oculte por reflejo, de lo contrario seguramente me hubiera paralizado -explico calmadamente.
-El instinto asesino es algo que nadie debe subestimar, no puedo siquiera imaginarme de cuáles serían los alcances de alguien como Andark -comento Leyn-. Pero no puedo quitarme este sentimiento, como si hubiéremos dejado algo de lado.
-Sí, yo también... -dijo Aiden mirando el techo.
-A propósito ¿Qué tal tus heridas? -pregunto Leyn.
-bueno, no soy tan invulnerable como tú pero me recuperare en un par de días, aunque la pierna está completamente rota esta me tomara un poco más de tiempo -explicaba Aiden-. Tal vez logre ir a la llegada del Alto Mando, aunque claro nada que con dinero no pueda solucionar.
-Si claro, los de clase alta nunca se sienten satisfechos sino presumen de su dinero de vez en cuando -dijo Leyn en tono sarcástico, Aiden por su parte no hacía más que reírse de su comentario.
-Volviendo al tema serio -dijo Aiden-. ¿Qué hay con esos arlequines?
-Estaban vivos justo hasta que sus cuellos se torcieron bruscamente -dijo Leyn serio-. Las identidades coinciden con algunas de las mujeres desaparecidas, una clase alta desaparecida hace semanas, una clase media de la que se creía se había ido a otro país, la otra era una esclava, la marca estaba en su pecho.
- ¿No se puede saber la identidad del dueño por la posesión de una esclava? -pregunto Aiden.
-Lamentablemente no -contesto Leyn frustrado-. Dado que una persona se puede dar a la venta en cualquier momento y él clase alta no tiene más que aceptar. Se tiene más control sobre la venta de comida que de las mismas personas y eso ya es decir mucho.
-... Pero, hemos logrado dar con un inicio -dijo Aiden sorprendido.
-Así que lo notaste, Heh -dijo Leyn con una sonrisa altanera-. Sin darnos cuenta hemos logrado reducir el número de sospechosos. El asesino es alguien que puede darse el lujo de poseer esclavas, por lo que es de clase alta y muy pocos son los que viven todavía aquí.
-La elección del nuevo Capo -Comento Aiden-. Ahí estarán reunidos todos los que sean de clase alta.
-Exacto -dijo Leyn chasqueando los dedos-. El asesino sin duda asistirá ahí, entonces los tendremos acorralados. Solo tenemos que decirle a Enzo que me permita la entrada y empezare a investigar. Por suerte el instinto asesino también me permite encontrar a alguien con un aura igual, la de ese desgraciado seguramente será la más asquerosa de todas.
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La Leyenda Del Ángel. ©
Fantasy«Al principio todo lo que sentía era mi cuerpo flotando en agua. Por alguna extraña razón no podía abrir los ojos. Me envolvía una luz alrededor de mí, pero no es cálida, era más bien fría, acompañado de aquel sentimiento que me decía que estaba sie...