CAPITULO 30 - DUDAS

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GREEN VILLE

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GREEN VILLE

Alessia y Matthew se habían ido desde muy temprano a cabalgar para que la primera se relajase, pues no podía contener su temor al pensar en la respuesta de su padre. Para cuando ambos volvieron. Robert y Logan estaban justamente saliendo de la casa.

Matthew recién le había dicho algo muy gracioso, que la hizo reír a carcajadas. Logan frunció el ceño al verles, nuevamente esos raros pensamientos le atormentaban. Robert quien de tonto no tenía un pelo le dijo.

— Si no supiera que ambos son un par de hombres hechos y derechos... juraría que ese par se gusta. — Robert se echó a reír y le dio un pequeño golpe en la espalda a su compañero, que le regreso a la realidad. Logan fingió una sonrisa. — Hombre que es una broma, debes aprender a relajarte más. — termino Robert mientras hablaba con el cochero para que llevara a Logan de regreso a donde Conan.

— Hasta mañana Robert... — se despidió Logan estrechándole la mano, para después subir al carruaje sin poder evitar darle una última mirada a Alessandro, quien continuaba al lado de Matthew, provocándole una desagradable sensación en la boca del estómago. Tanto así que por su mente pasaron una serie de ideas cada una más descabellada y pervertida que la otra.

¿Qué demonios le pasaba? Él era un hombre u Alessandro también, se repetía una y otra vez que lo ocurrido aquella noche en el despacho de Robert fue una desafortunada consecuencia del pasarse de tragos y que el absoluto parecido con Alessia que tenía el joven asistente de Robert le estaba pasando factura.

Y aun después de repetirse aquello una y otra vez. Logan opto por seguir el viejo ejemplo de Dean, sacando su cabeza por la ventana del mismo le pidió al cochero que se desviara hacia el pueblo y lo dejase en un burdel...

 Logan opto por seguir el viejo ejemplo de Dean, sacando su cabeza por la ventana del mismo le pidió al cochero que se desviara hacia el pueblo y lo dejase en un burdel

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Una semana más tarde Alessia y Matthew se encontraban aguardando a que el mismo pasase a defender su propio trabajo.

— ¿No estas ni un poco nervioso? — le pregunto la joven Montenegro y el negó repetidas veces.

— De hecho estoy muy aliviado, deseaba terminar con esto desde hace bastante tiempo. —

— ¿Y a donde iras después? — pregunto. Matthew le miro y sonrió.

— No tengo la menor idea. — aquello hizo reír a Alessia. — ¿Puedo ir a no tengo idea contigo? —

— Tal vez... si no supieras ya a donde debes ir. — le dijo con burla, Alessia sonrió mientras asentía.

— Sera difícil... admito que me aterra volver a Francia pero. Creo que ya es hora. — dijo con una sonrisa

— ¿Pero a donde iras si tu familia no te acepta? —

— No lo sé, y supongo que debo ir para averiguarlo. —

— Pues bien... entonces celebremos que descubriste la razón por la que has venido al mundo. — dijo Matthew tomándole de la cintura e iniciando un pequeño e improvisado vals. Alessia no podía contener la risa, una extraña alegría le invadió en aquel momento. Sintiéndose libre, sintiéndose completa. No había anillo en su dedo, tampoco portaba un costoso vestido, mucho menos bailaba con un esposo pero... allí estaba, feliz. Porque había encontrado su lugar en el mundo y sabia justo hacia donde iba.

No tan lejos de esa felicidad y sentimiento de autorrealización tan perfecto, se encontraba una persona que no conocía esas palabras, principalmente porque su mente estaba inundada de pensamientos egoístas, envidia y una sed de venganza insaciable

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No tan lejos de esa felicidad y sentimiento de autorrealización tan perfecto, se encontraba una persona que no conocía esas palabras, principalmente porque su mente estaba inundada de pensamientos egoístas, envidia y una sed de venganza insaciable. Ben Davis se deleitaba con aquella escena, pensando en su gran suerte. El secreto de la pequeña mujerzuela Montenegro ahora estaba entre sus manos, y bastaría con que un médico confirmase todo para que la gran mentira de ella saliese a la luz. Acabaría con Alessia Montenegro. Nadie le humillaba, mucho menos una estúpida mujer. Alessia no sería la excepción...

Una Dama Altruista #1 (Saga Las Montenegro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora