Treinta y nueve

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Salió de casa directo al trabajo, como era costumbre.

Ese día no podía entrar a la habitación con Hydru, pero sí podría darle clases de cualquier tema.

Le había resumido la primaria en unos cuantos meses, y secundaria en otros pocos.

Ahora le resumiría la preparatoria.

Aunque claro, no iba a ser igual, no habría el aspecto psicosocial, uno de los más importantes.

Llegó a su oficina y dejó el maletín, mientras ordenaba su escritorio la puerta se abrió detrás dejando ver la alta figura de su jefe, quién parecía contento con los resultados que el azabache le había entregado; - ¿Vas dónde Hydru?

- Así es señor.

- Mucha suerte. - le dio una palmada en la espalda -, Sigue así.

Hydru (Freddedy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora