Hydru (Freddedy)

Treinta y tres

Lo tocaba, cómo sí nunca en su vida hubiese tocado algo. Le intrigaba, todo su cuerpo tenía estructuras distintas.

Liso, rasposo, gelatinoso, grietas, agujeros, ondulaciones.

Mientras pasaba sus manos a través de lo que podría ser el abdomen del castaño le hablaba, y le hablaba de dónde venía, de quienes vivían con él allá arriba.

Y que no le gustaba el lugar donde estaba, pero sí le gustaba él.

Claro, Freddy no entiende la diferencia entre gustar y agradar.