Capítulo 2

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Caminé por toda la escuela intentando encontrar a mi amiga, pero no tuve suerte, no quería retrasarme más así que salí del instituto y a paso rápido me fui a la cafetería mientras escuchaba música.

De verdad vivo en una hermosa ciudad, es agradable y algunas veces hasta agradezco a mi abuela de habernos dejado la casa, no es que no me guste mi país, al contrario, pero de no ser por ella jamás habría conocido a Hiro.

Aún recuerdo la primera vez que lo vi y lo lindo que era. Ya llevábamos algunas semanas en clases, todos éramos nuevos y cuando estaba sentada en mi banquito feliz para beber mi juguito lo ví pasar, con su cabello negro despeinado, sus mejillas sonrosadas, sus ojitos brillantes y su hermosa sonrisa; quedé boquiabierta, luego de unos dias Yuji me comentó que se llamaba Hiro Hamada, y con el tiempo comencé a investigar un poco sobre el, suena psicópata y bueno...debería ir a revisar en eso, tengo mis dudas.

Llegué a mi trabajo y afortunadamente Hiro aún no llegaba, corrí a la cocina, deje mi mochila en un rincón y me puse el delantal.

-Hola Sra.Cass, comenzaré a tomar pedidos y cuando su sobrino llegue le avisaré para llevarle el almuerzo.-dije muy muy rápido mientras me hacia una cola de caballo.

- Hola cielo, hoy podrás irte antes, no creo tener abierto mucho tiempo ya que no me siento muy bien.

-Esta bien, cuando desee cerrar me pega un grito y comienzo a ordenar.

Sin esperar respuesta salí de la cocina a tomar pedidos.

Pasaron varios minutos y finamente llegó Hiro pero...venía acompañado, estaba con dos chicos y dos chicas, ellas eran muy lindas y hasta me sentí mal por un segundo, pero lo olvidé por la orden que llevaba en mis manos.

La Sra.Cass se les acercó y habló durante unos minutos con los amigos de Hiro, luego fue a la cocina y la seguí.

-Ah aquí estás, podrías llevarle esto a Hiro y sus amigos, hay un problema con la caja y no quiere abrir-habló mientras le daba unas palmaditas a esta.

-Umh, claro, no hay problema.

Eh, claro que si hay un problema; y uno enorme, nunca pensé en que Él me vería así, que vergüenza y además está con sus amigos, aunque no se para que me preocupo tanto si ni atención me presta; llevo casi un año trabajando para su tia; sería muy muy mala suerte que justo hoy notara mi presencia.

Iba con la bandeja en alto para no chocar con la gente y me acerqué, y comencé a repartir las tazas.

-El cappuccino es mío-dijo el muchacho de color.

-Que vengan los muffins-dijo el otro chico rubio.

-Las ensaladas de tu tía cada vez se ven más deliciosas Hiro -dijo la chica rubia

-Eso es cierto pero yo prefiero un trozo de pastel, no me importa que tan pesado sea-dijo la chica de cabello corto.

-Mi tía siempre innovando en sus platos, muchas gracias...-me miró- ¿_______?

Mierda.

-Umh, hola Hiro-dije mientras me ponía colorada y todos sus amigos me quedaron viendo.

-¿Que haces aquí? -preguntó  Hiro.

-Trabajo aquí hace casi un año, disculpa si no puedo hablar pero esta tarde si hay gente, disfruten su comida.

Luego me fuí y tenia la cara tan caliente que podría haber cocido un huevo en ella,  Diosss que vergüenza.

La Sra.Cass se dió cuenta y me frenó.

-¿Estás bien cariño? Estás rojísima ¿te sientes mal?-me tomó el rostro y tocó mi frente con sus manos.

-Estoy bien Sra.Cass, gracias por preocuparse, es solo que hay mucha gente y como voy de un lado a otro...pues ya sabe.

Ella me miró fijamente y sonrió.

-Esta bien, si tu lo dices.

Y así fue mi tarde en el café, no estuvo mal, es mejor cuando hay mucha gente ya que el tiempo pasa mas rápido y no me aburro tanto.
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Ya son las 18:45, es hora de irse a casa.

Comencé a ordenar las mesas y a limpiarlas, había recibido bastante dinero por las propinas, lo peor es que no se que hacer con tanto dinero, ¡Sólo estoy aquí por Hiro! No por el dinero.

Cuando terminé, fui por mi mochila y me despedí de la Sra.Cass con un movimiento de mano ya que estaba al teléfono, ella me vio y se despidió con la mano igual.

Comencé a caminar rumbo a casa, que suerte haber hecho mi tarea de Historia antes de ir al trabajo, me siento cansada y necesito una siesta, el camino a casa no era largo pero tampoco corto, a paso ligero podría tardarme 25 min quizás.

Algunas veces no sé porque hago tanto por él, si ya tengo claro que no le gusto ni siquiera presta atención a cuando estoy cerca, siento que es una pérdida de tiempo y hastame siento tonta y patética, pero luego recuerdo que aún no me he declarado ni el me ha rechazado, así que posiblemente hay esperanza, además hoy si notó mi presencia, es mejor que nada.

Llegué a casa con una sonrisa parecida a la del Joker, es que en serio, nadie podría quitarme esta sonrisa de la cara por un largo tiempo.
Entré y mi mamá estaba en la cocina, y papá en su habitación.

-Hola mamita-la saludé con un beso en la mejilla 

-Hola hijita, ¿que tal el trabajo?

-Uff, agotador, pero gané bastante dinero -dije mientras "bailaba".

-Ay tonta-se rió- me alegro, si vas a comer hazlo ahora antes de ordenar.

-Lo haré.

Fui a la mesa y comencé a comer radiante de felicidad.
Luego de terminar me cepillé los dientes y me fui a la cama, antes le envíe un mensaje a Yuji.

-Ahhhhhhh Hiro me hablooooo😻 te dije que no todo seria en vano.

156 Días.  -Hiro Y Tú -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora