Capítulo 9 - Así la conocí. (Jutalia)

271 22 0
                                    

Joe miraba con un poco de terror la deplorable situación de su jefa, desde hace 3 días que había contratado a ese par de chicas, cuatro desde que Natalia había escapado, y desde ese día que la joven no había dejado de beber desde entonces, se acababa una botella tras la otra, y cuando reunía un montón considerable de estos recipientes vacíos, se levantaba, tomaba una ducha y volvía a beber.

Esa mañana, ella había despertado a las 6 de la mañana, ya pasaban de las 12 y ella seguía bebiendo. — Con todo respeto señorita, creo que ya es hora de que deje de beber y coma algo. — Se atrevió a decir, sin importar que la chica lo mirara con rabia insostenible.

—¡No eres nadie para darme ordenes! — Bramó con rabia, precipitando el contenido del vaso dentro de su boca. —¡Yo soy tu maldita jefa, yo te mando!

—¡No te estoy mandando Juliana Pérez, pero va en ti si quieres ser una maldita alcohólica! — Bramó el hombre, captando de inmediato la atención de la muchacha, quien miraba sorprendida la forma en la que su hombre de confianza le había hablado. — ¡Tu no eres esto Juliana! Nunca has sido esto, pero ya no te reconozco, no eres la chica honesta que solías ser, te convertiste en una arpía que no le importa a quien dañe.

—¡Es que tu no entiendes mi historia con ella!

—¡No, no la entiendo! — Le gritó de vuelta. — Pero eso no justifica todo el daño que le has hecho.

Escuchó un sollozo de la muchacha, uno completamente roto y desamparado, demostrando que la morena estaba completamente borracha y en un estado deplorable. — No quería dañarla, nunca quise dañarla, yo la amo, la amo más que a nada en esta vida.

—Entonces comprende que ella no te pertenece. — Susurró el hombre, tomando con suavidad el tembloroso cuerpo de Juliana para acunarla contra su pecho. — Deja de hacerle tanto daño y deja de dañarte a ti.

—Es que no sé cómo vivir sin Natalia.

—¿Por qué? ¿Por qué volviste por ella si ya tenía tu vida lejos? — Cualquiera que los viera en esa posición dudaría de la procedencia de su relación empleado - jefa, sin embargo, a él no le importaba en lo más mínimo, porque además de su hombre de confianza, él era su amigo y no quería que se viniera abajo en ese momento, no quería que tocara fondo. — ¿Por qué no puedes desprenderte de ella Juliana?

—Porque ella fue la primera persona que de verdad me miró como si fuese algo bueno, como si fuese un motivo para estar orgullosa. — Sollozó la muchacha, entonces, su mente viajó indiscutiblemente hacia el pasado, hacia ese día en que la persona más dulce de mundo había llegado a su vida de la manera poco amable, pero sin duda, de la manera correcta.

Flashback:

Juliana estaba dudosa frente a los pasos que daría en las siguientes horas, desde hace un par de días que estaba dudosa, desde que Juliana Velásquez, su mejor amiga había llegado con ideas nuevas y completamente locas de como sobrellevar las pruebas finales.

—La marihuana puede tener efectos terapéuticos, podríamos tener esa ventaja antes de presentarnos a los exámenes finales. — Animó la joven.

La morena dudaba si prestar oído a eso. — Podemos meternos en problemas. — Resopló con temor. — No sé que pasaría si mis padres se enteraran de lo que quieres que hagamos.

—Juls, la marihuana no es del todo mala, solo podemos probar una vez y ya. — Justificó Velázquez. — Anda, quiero hacer esto contigo porque me da miedo hacerlo sola. — El puchero que surcaba los labios de Juliana Velázquez era irresistible, sin duda, así que fue fácil que la muchacha accediera a sus propuestas.

Adictiva - (Ventino) [Jutalia] [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora