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Chanyeol las últimas dos semanas pasaba muy ocupado, sus días de descanso fueron suplantados por días de guardias inagotables para el menor, Jong In se sentía triste y solo, muy a pesar de tener a sus pequeños retoños con él, Jong In necesitaba el cariño, las caricias, los besos y reconfortantes abrazos de su prometido, Chanyeol empezó a pedir guardias en la noche, y Jong In se sentía aun más solo sin nadie que le brinde un abrazo en aquel frío abrasador. 

Chanyeol parecía agotado, indiferente, ya no pasaba mucho tiempo con Jong In, y el menor empezaba a desmoronarse continuamente en las noches, para en el día renacer como el ave fenix, y seguir sonriéndole dulcemente a sus preciosos hijos.

Jong In empezaba a desmoronarse de tantos vacíos en su tierno corazón, quienes lo mantenían en pie, eran sus pequeños retoños, jugaba con ellos, reía con ellos, a pesar de que era consciente de que los niños no entendían nada de lo que él les decía.

Jong In se estaba desvaneciendo en sueños, en deseos, en cartas tristes, y en sollozos silenciosos.

Chanyeol seguía en su duro apogeo de separarse de la empresa de su padre, Chanyeol estaba agotándose también de la vida que estaba llevando.

─ Pequeño Jae... ─ susurró Jong In al niño, los ojitos verdosos risueños lo observaron y el menor sonrió grande por lograr levantar al pequeño, lo ubico en el espacio de en medio en aquel coche de tres puestos, JaeHyun dormía mucho, pero comúnmente en las noches su sueño era ligero─ Bien, muy bien. Los bebés preciosos están listos, iremos donde papá. Se que desean verlo tanto como yo. ─susurro para si mismo lo último. 

El hospital de la nueva residencia no estaba tan lejos, además le vendría bien caminar y a los niños les haría bien los rayos del sol de la mañana.

Quizá entre su relajación y pequeños cantos a los niños llegó al hospital donde está haciendo guardia Chanyeol, emocionado trata de subir el coche por las molestas escaleras hasta que la voz de un conocido lo detiene.

─ Dios mío, Jong In, puedes subir el coche de los niños por el pase para sillas de ruedas. ─ La voz de Sehun se hizo presente haciendo sonrojar al menor por su estupidez, el alto ríe un poco y ayuda al menor a bajar cuidadosamente el coche para guiarlo al pase liso─ Algo que inesperadamente no ha cambiado en ti. ─sonríe. 

─ Y-Yo... bueno no es mi culpa! ─ se quejó.

─ Sigues siendo un despistado. ─ volvió a reír el alto, Jong In se sonrojó, enojado por la burla bufó, iba a atacar al joven hasta que una voz ya conocida se acerco.

─ ¡Sehunnie! ─ era Baekhyun, con una inmensa sonrisa en sus labios─ ¡Innie! ¡Los pequeño Park-Kim también están aquí! ¡Los príncipes y la hermosa princesa Yueil! 

─ Hola también Baekie. ─ rió el menor, Sehun besó la frente de su novio y empujó el coche cuesta arriba en ese corto tramo de altura.

─ ¿Pero que haces aquí? ─ preguntó enganchando su brazo en el brazo del menor.

─ Vinimos a visitar a Chanyeol.

─ Vaya descuidado resultó ser Chanyeol como padre. ─ bufó el castaño.

─ Mucho trabajo... No... No lo culpo. ─ susurró. Sehun le escucho y Baek también, algo hirvió dentro del alto, se supone que él dejó a Jong In en manos de Chanyeol porque este lo iba a hacer feliz. 

Entre sonrisas descuidadas y risas contagiosas las seis personas llegaron a su destino, aunque tres de ellos y muy pequeños estaban en un limbo peleando con el sueño. Jong In abrió la oficina de su prometido sin encontrarlo allí, Sehun sorprendido de no ver a Chanyeol le pregunta a uno de los pasantes donde estaba el doctor Park, la mujer les dice que ha salido a almorzar con una mujer. Jong In sopesa la respuesta, agradeciendo con una sonrisa falsa. 

Sehun los guía al comedor, y efectivamente Chanyeol estaba con una mujer, sonriendo, riéndose quién sabe de que bobadas, Jong In lo estaba tomando como normal, amiga será, hasta que la mujer posó su mano sobre la del alto y este enfocó la acción sin alejarla, devolviendo el gesto con una cálida sonrisa, como aquellas que brindaba a Jong In... aquellas que quedaron olvidadas hace dos semanas. Enervado Jong In saca de un pequeño bolso un cuenco de comida, se acerca a la mesa del alto y sonriendo fingidamente deja el cuenco en la mesa con un golpe sonoro.

─ Señor Park, lamento interrumpir, el joven Jong In le ha mandado su almuerzo. Dis.fru.te.lo.─ el menor con una sonrisa dejando pasmado al alto pelinegro se aleja donde están sus hijos y sus amigos─  Me tengo que ir. ─ él no quería llorar, no en frente de ellos, esperaría la noche para llorar... como últimamente lo hacía.

Empujó el coche de los bebés, sin escuchar un pero de Chanyeol o ayuda de Sehun, él ya estaba muy cansado de esa montaña rusa de emociones, ya no. Ya no sería débil.


Y sin embargo, ahí en un parque se encontraba llorando, con sus niños mirando a su padre con aquellos ojos de color intenso que poseían. 

─ L-lo s-siento... h-han d-de pensar q-que su p-padre es... es un débil y l-llorón... ─ sollozó.

─ No creo que aquellos bebés piensen eso. ─ Una voz suave como aquel viento que movía sus cabellos hizo presencia, aquella voz que trajo consigo recuerdos. Un joven de cabellos rubios y mirada cálida.


[...[...]...]

─ Odio todo esto. ─ sollozó.

─ No tienes porqué odiar todo eso.

─ Me están obligando a casarme con Sehun... Yo no quiero eso...

─ Lo sé mi pequeño. ─ el mayor abrazó al joven y acarició los pálidos cabellos.

─ Yo realmente te amo a ti... ─ sollozó.

─ También lo hago. ─ habló con seguridad el rubio. 

─ Deberíamos huir... ─ susurró.

─ ¿Realmente deseas eso? ─ la mirada firme del mayor lo hizo flaquear pero asintió.

Sin embargo el mayor fue obligado a viajar a otro país, Jong In recibía cartas del rubio, siempre lo hacía y él las devolvía con la mis dulzura, perfumadas con el amor de su alma.

Hasta que conoció a aquel chico alto de cabellos negros. 

Era todo lo que no era el rubio, y sin embargo, la fuerza de atracción era tan grande, quizá ahí terminó olvidando responder las cartas del rubio.

Quizá ahí empezó el desenfreno de amor. 

Un amor muy peligroso.

[...[...]...]


─ Taemin... ─ su voz sonó atrapada en un hilo de llanto. El rubio secó las lágrimas del menor y así mismo inconscientemente secó las lágrimas en las que se ahogaba el corazón del menor.

─ Volví... quizá muy tarde. ─ observó a los pequeños niños sorprendido porque uno de ellos tenía un color de ojos semejante a los de él, aún cuando en la familia del menor solo se presenciaba los ojos azules o violetas azulado─ Son muy hermosos.

─ Tae-Taemin... ─ el nudo en la garganta del menor se hizo más grande y levantándose soltó todo su dolor en el pecho del rubio.

─ Ya pequeño... estoy contigo otra vez. 











skjsjsjs quizá Chanyeol joda más las cosas... estoy pensando si dejarlo ser feliz, o mostrar una parte realista de lo que podría pasar. :D 

AILOVIU SOU MOCH

➖LETTERE PERSE➖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora