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Chanyeol ha tratado sin resultado alguno de hablar y aclarar unos puntos con Jong In, el menor en cambio no quería mantenerse a solas con Chanyeol, porque se considera de fuerza débil y caería a brazos del alto, disfrutaba de sus niños, jugando con los pequeños bebés, pasando gran parte del día con BaekHyun hasta que Sehun llegaba a llevarse a su prometido.

Sin embargo, ese día Chanyeol estaba ya muy cansado del constante rechazo de su prometido, el cual por cierto, ni siquiera la hora le daba, ya hastiado con esa situación pidió permiso en el hospital, el cual le fue concedido por ser muy colaborador con guardias.

Con una gran determinación llega a su departamento, lleva un ramo de flores para el menor, y tres ositos para sus hijos, uno blanco y los otros cafecitos, una sonrisa arribaba en su rostro, estaba emocionado, muy emocionado de por fin aclarar las cosas con el menor, al abrir la puerta se topó con una escena que odió con su vida en ese momento, apretó las flores con enojo mientras bajaba su brazo.

─ ¡Taemin-ah! ─ el menor reía al ver al rubio jugando con BaekHyun y los bebés. 

─ ¡BaekHyun-ah, deja a mi princesa en paz! ─ bufa jugando. 

─ Taemin-ah, Jae y Lucas se van a poner tristes si tienes preferencias con Yueyue. ─ ríe el castaño.

─ BaekHyun-ah, cállate. ─ una sonrisa sarcástica asoma en el rostro del rubio y el castaño solo opta por sacar su lengua. 

─ Ay Dios, ¿por qué a mi? ─ susurra Jong In entre risas, lo cual es escuchado por el par. Taemin se acerca a acariciar los cabellos ajenos mientras BaekHyun besa la mejilla del menor.

─ Así nos amas. ─ rieron los tres, prestando atención ahora a los bebés.

Chanyeol no soportando más el silencio suyo, tose falsamente para que el grupo le dirija una mirada, consiguiéndolo de parte del rubio y BaekHyun, más no de Jong In quien ahora acuna en sus brazos a YukHei.

─ Buenas tardes. ─ saluda y el par asiente─ BaekHyun, puedes cuidar a los niños, necesito hablar con mi esposo. ─ hablo mirando al rubio y marcando con su mirada lo último dicho.

─ C-Claro...

─ Yo no quiero hablar contigo Park. ─ su mirada se encuentra con los ojos oscuros del alto, quien ni se inmuta por su respuesta.

─ No te consulte. ─ su voz sonó firme y demandante, lo cual sorprendió a Jong In, ya que el alto nunca le ha tratado indiferente o con suma seriedad. El alto se acerca, raptando de los brazos del menor a YukHei para dejarlo en brazos de Baek.─ cuida a mis hijos.

─ ¿Que demonios Park? ─ bufa Jong In antes de ser jalado por Chanyeol a la salida.

Ninguno de los dos habló cuando llegaron al estacionamiento, y ninguno de los dos lo hizo cuando Chanyeol se detuvo después de una hora de viaje, Jong In no sabía donde demonios estaban yendo, pero no quería dirigirle la palabra al alto, estaba muy enojado, sin embargo, se sintió mal cuando Chanyeol solo se quedó observando al frente con una mirada vacía en su rostro, temía lo peor, estaba bien que no hablaban, pero no se imaginaba dormir sin sentir la presencia de Chanyeol a su lado.

─ Siento hacerte dudar de mi amor por ti. ─la voz extrañamente ronca de Chanyeol hace estremecer a Jong In─ No te engañaría. Lo sabes. 

─ Pero J-Jimin...

─ Jimin no está aquí, además pensé que te había demostrado que solo te amaba a ti. ─ La mirada del alto aun seguía perdida en el frente.

─ Yo... Esa chica...

─ Se llama Luna. ─ responde.

─ ¡Tú t-tomaste su mano! ─ se quejó.

─ Ella no es mi amante. ─ ahora dirigió su mirada al menor─ de hecho ella organiza eventos, le pedí que organizara la recepción... yo prometí que me casaría contigo porque te amo y por mis hijos.

─ N-no te creo, ella tomó tu mano.

─ Yo estaba muy nervioso, a mi mente vino la idea de que quizá por el corto tiempo que pasaba contigo tú ya no me amaras. ─ su mirada se mantenía fría intimidando al moreno─ Y... Diablos, llegó tu primer amor, aquel que pensé por fin no jodería más en tus recuerdos después de ese accidente. ─ los ojos de Jong In se abren ante lo dicho por Chanyeol, él nunca comentó sobre Taemin, de hecho ni lo recordaba... si no fuese por ese día que escucho otra vez su voz y los recuerdos volvieron. Y nuevamente imágenes nubladas. 


[...[...]...]

Camina por aquellos callejones con cierto miedo, diablos, debió hacerle caso a Mina y llevar los sobres mañana con algún mayordomo, pero, otra vez diablos, se trataba de Taemin, y las cartas deben irse lo más pronto posible. 

Iba tan asustado mirando hacia todos lados que cuando volteo un poco su mirada no se dio cuenta que en frente había alguien, chocando con el fornido cuerpo de aquel pelinegro. 

─ L-lo s-siento... ─ su voz salió entre cortada, cuando el chico se giró, una mirada fría.

─ Vaya, ¿qué hace un chico bonito a estas horas? ─ le brinda una sonrisa ladeada, la cual no cambia el brillo vacío de sus ojos.

─ Y-yo... yo v-voy a dejar esta c-carta... ─ susurra al sentir el aliento mentolado del alto chocar con sus mejillas por la repentina proximidad. 

─ Ya veo bonito. ─ uno de sus dedos traza una perfecta línea en la mandíbula del menor.

─ Yo.... ─ sin poder más, huyó, sin antes darle un golpe al alto.

Después de caminar rápidamente unos quince minutos llegó al fin a lo que parecía ser aquel buzón. Contento por haber dejado su sobre gira sobre sus talones para regresar. 

Lo hubiese hecho de no haber sido por aquel chico de cabellos rubios, cargaba unas cadenas de oro y una sonrisa muy peculiar en su rostro, algo que no le brindó tranquilidad, por lo contrario, un miedo atravesó su columna vertebral, prendiendo alarmas en su cerebro, no podía huir, este chico venía con tres más. 

─ Pero miren, que puta más linda. ─ su tono de burla asquea al menor, aun así no puede hacer nada─ aunque eres el más hermoso de todos los que he conocido... Serás mío pequeño.

─ No puede. ─ la voz de aquel pelinegro sobresalta a los cuatro chico, como a Jong In, pero cuanto agradece─ Este chico me pertenece James. ─ una mano se coloca en la cintura del menor─  y será mejor que te alejes si no quieres un problema más. 

─ No te enojes amigo, no sabía que fuera tuyo. ─ Jong In tenía unas inmensas ganas de atacar, pero no podía, el pelinegro solo era uno contra cuatro.

─ Ahora lo sabes. ─ tomó la mano del menor y lo jaló hacia un auto negro de gran gama, el menor se mantenía en un estado de pánico. 

Jong In no cambió su postura de pánico, asustado por lo que este chico le fuera hacer, y el alto lo notó, sonriendo hacia un lado, vaya, Jong In no se consideraba alguien que le gustaran chicos malos... pero cierta energía lo hacía querer quedarse. 

El departamento del pelinegro era bastante lujoso, sorprendiendo al menor.

─ Y bien lindura me debes un favor. ─ acorrala al menor en la pared de color vino, haciéndose paso entre las piernas del más bajo tras poner una suya y estimularlo con su rodilla.

─ Y-yo...

─ Eres muy hermoso. ─ y lo besó.

El rubio quedó olvidado.

➖LETTERE PERSE➖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora