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ETERNIDAD


¿Tu necesidad por mi sangre es lo que te separa de mi corazón?
 




Joel es el humano con quien Chris vivía ahora, lo conoció cuando era apenas un niño que le devolvió las fuerzas con una simple sonrisa cuando estuvo a punto de dejar que el sol calcinara sus huesos, pero hasta ahora no sabía porque.
 
-¡Oye! ¡Joel! ¿En verdad no piensas salir a ningún lado? Es Domingo y hace un bonito día- Le dijo Chris sarcásticamente fingiendo abrir las cortinas de las ventanas.
 
-No Chris, estoy bien aquí, ¡Deja de intentar sacarme de mi propio departamento!- le reclamó mientras se acercaba a retirar las cortinas tomándolo por el hombro-Te quemarás...-
 
-¡Sé cuidarme solo!-  Le reprochó Chris sintiendo una inexplicable ira en su interior -¿Qué más da si me quemo? Será mejor irme antes de que tú lo hagas...- le dijo mientras caminaba hacia la estancia, sus palabras lograron lastimar al rizado -...los años pasarán, envejecerás, te mudaras a un lugar mejor y yo... aquí me quedaré... solo-
 
-¡Basta!- se quejó Joel camino hacia la estancia detrás de Chris sentándose en una de las sillas que allí había. -¿Por qué siempre empiezas a decir cosas como esas?-Susurró encogiéndose en la silla algo nostálgico.
 
-Ya basta de hacer pucheros niño...- murmuro Chris cuando vio rodar una lágrima por su mejilla.
 
-No quiero eso Chris... no quiero que te vayas- susurró con la voz apagada incapaz de continuar, apartando su mirada de la del castaño.
 
¿Por qué llora?

Verlo tan triste causaba una extraña presión en su corazón.

¿Quién decía que  los vampiros no tenían sentimientos?

Chris se acercó al castaño y lo abrazó, el frio contacto con la piel de Chris hizo que Joel se estremeciera a pesar de ya estar acostumbrado a la situación.

-¿Qué te pasa Joel?- Murmuró con cuidado, acariciándolo suavemente los rizos del mencionado para que no se apartara, a sabiendas que era incapaz de hacer tal cosa. Entonces Joel se aferró a los brazos de Chris sollozando y eso hizo que se sobresaltara ante su actitud.
 
-¿Por qué estás conmigo Chris?- A menudo hacia esa pregunta,

¿Qué respuesta esperaba?

Está era la situación más dramática de todas.
 
-Yo que sé... porque me gusta hacerte llorar- Le contesto sarcástico. Joel empujo un poco el brazo de Chris con la intención de apartarlo pero se quedó quieto cuando Chris levantó su rostro con una mano para que le mirara a los ojos -Ya contrólate....-murmuró, secando una lagrima que descendía por su mejilla lo que hizo que se ruborizara, Joel cerró los ojos y puso su mano sobre la del castaño disfrutando de la simple caricia.
 
-Chris...-
 
-Ya basta no es para tanto - Cambio de humor nuevamente volviendo a su lugar cerca a la ventana haciendo que Joel soltara un par de lagrimas mas -¡Maldita sea! ¡Que no llores!- exigió, no lo soportaba, esas gotas cálidas le estaban quemando por dentro.
 
-Lo siento...-

Sin embargo Joel sufría, sufría horriblemente

“¿Por mí? ¿Sufre por mí? ¿Sufre por qué se separaría de mí algún día?” pensó Chris.

-¡Ya dime por qué lloras!- le exigió Chris acorralándolo contra la pared -¿¡Qué te pasa?! ¿¡Qué hice para que me idolatraras tanto?!- Le sacudió un poco de los hombros -¡No entiendes que esto es sólo una maldita amistad de medio tiempo! ¡No te quedarás conmigo por toda la eternidad! ¡¿O sí?!-
 
-Te amo Chris...-

Las palabras de Joel hicieron eco en la mente de Chris, una y otra vez, dejaron al castaño sin habla y también retrocedió lentamente alejándose de Joel

¿Hace cuanto no le decían algo como eso?

Hace varios siglos, cuando aun era un mortal.

¿Amor...? Eso no era...
 
-Eso no es posible...tú no lo sientes...- Dudando respondió aquello apartando la vista de los ojos marrones de Joel.
 
-Es que...- Murmuró con su voz en un hilo -no lo puedo evitar... yo no quiero, no puedo estar sin ti...-
 
-Cállate...- ordenó, esas palabas... sacudió su cabeza y enfrentó a Joel pero solo pudo ver aquella mirada... -Joel...-

Suspiró sin tener la menor idea de que hacer, alguien como Joel reducido de esa forma ante él, con los ojos llenos de lagrimas, confesando algo que en verdad pesaba, pesaba mucho para Chris...y sabía que también para Joel.

-No seas tonto...- murmuro Chris bajando su mirada al piso, pero Joel se levantó de la silla y abrazo a Chris, él pudo sentir la tibieza de la piel de Joel... y esa sangre fresca que corría en su interior. Se mordio los labios siendo lentamente inundado por una sed animal por succionar esa sangre.
 
Fue ahí que Chris se dio cuenta de que había una enorme línea catastrófica e imposible de cruzar que los separaba, eran de mundo completamente distintos y horrendos.

Chris era un demonio inmortal reinando en la oscuridad de la noche sobre la sangre inocente.

Joel era un simple mortal, lleno de amor, lágrimas y risas efímeras, puras, tan solo el alimento de un vampiro.

Pero no se trataba sólo de eso, con él era diferente, porque él era diferente.
 
-Joel...-
 
-Chris...- Se separó del castaño acariciando su cabello castaño, mirándolo perdidamente y luego llevo su pulgar a los labios de Chris todo bajo la mirada atónita del castaño.

-Joel, detént...-

No pudo terminar sus palabras porque fue interrumpido por los suaves labios de Joel sobre los suyos, su sabor era tan dulce, no podía soportarlo, comenzó a corresponder el beso y al final aparto el rostro terminando con el contracto.
 
-Joel...- Murmuró perdido.

Chris descubrió que en el fondo el también deseaba aquello, sin esperar más llevo sus manos a las mejillas de Joel volviendo a besarlo, sintiendo la calidez y la tibieza de su sangre mortal.

Estaba tan sumido y resignado en su propio infierno que había olvidado cuan placenteras eran todas aquellas sensaciones, y que siempre habría alguien dispuesto a dárselas, pero nunca imaginó que sería aquel chico huérfano podría llegarle a amar de esa forma.
 
Comenzó a desordenar su cabello, a aferrarse aun mas del rostro de Joel no queriendo separarse de aquel beso, deseando que el tiempo se detuviera y que aquel momento se volviera eterno.

-Joel...Joel- Lo llamaba en susurros incesantemente mientras él rizado también le acariciaba con su mano a la vez que con su otro brazo lo acercaba aun más a su cuerpo.
 
-Chris... Te quiero...- le dijo Joel en un suave murmuro abrazando a Chris por los hombros.

Chris lo miro con los ojos entrecerrados mientras se acercaba nuevamente a sus labios, tomando otro beso que de la misma forma fue correspondido causando un caos aun más grande dentro del interior del castaño.
 
-Tranquilo...- susurró Joel, como si Chris fuera el más joven en aquella situación

Ambos se acurrucaron en aquella silla, manteniendo el abrazo y, aunque Chris no lo necesitaba, cerró los ojos lentamente deseando dormir justo como estaba ahora, en los brazos de Joel.

-Chris...- Le llamó sin querer.
 
-¿Qué quieres?- Contestó sin fuerzas entreabriendo los ojos, en un murmuro perezoso y apenas audible, encontró el rostro de Joel a muy poca distancia del suyo. 

-Te amo...-
 
-Lo sé...- respondió Chris dejando un pequeño beso en su cuello -Ahora déjame dormir...- se quejo con una pequeña sonrosa.

Él tan sólo rió melodiosamente rodeando los brazos de Chris con los suyos, aquello se sentía tan bien, ya no me incomodaba su extraña declaración. De hecho, en el silencio de ambos, dentro de Chris en esa oscura habitación, el castaño se dio cuenta de que aquel sentimiento obsesivo de siempre querer estar con él y de protegerlo... tenía el mismo nombre de lo que Joel ya le había dicho.
 
-Yo también te amo Joel-

Ya lo había aceptado.

Porque la eternidad de su inmortal alma no tenía sentido si Joel no estaba en ella.







***
RETO 11: Escribir una historia con la temática de hombres lobo o vampiros.

¿Les gustó?

¿Una Galleta?

Mañana subiré el Reto N° 12.

Bye.

Sin NombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora