Caleb es un completo demonio, que su atractivo no les confunda, él se divierte del sufrimiento y se alimenta del miedo de las personas, además de su... ¡SANGRE!".
Todos los sobrenaturales sucesos se desencadenan cuándo él está cerca... NO ES HUMAN...
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♥CAPÍTULO 3 ♥
Llegada la mañana del domingo, Nora y yo compartimos desayuno con Sarah y tío Joe antes de partir a Lexington, Nora por trabajo, y yo tendré clases mañana a primera hora. Benjamín sigue indispuesto, afectado por lo concurrido anoche. Y no es para menos, ver como devoraban a sus amigos frente a sus ojos, no es algo fácil de digerir. Se mantuvo toda la mañana en la habitación.
—Cariño, no has probado bocado.
Levanto la mirada para encontrarme con la de Sarah, su semblante refleja comprensión y preocupación. Bajo la vista nuevamente a mi plato, apenas y corté un trozo de Hotcake, quedado atravezado por el tenedor.
—No tengo apetito, gracias.
Nora y tío Joe no dicen nada. Saben como me siento, y preguntar respecto a ello ampliaría todavía más mi malestar.
—Subiré a despedirme de Ben —anuncio, sin ningún atisbo de expresión—. Con permiso.
Ben se encuentra de costado sobre su cama, con las manos juntas bajo su mejilla derecha. No da señales de estar en este planeta. Quiero decir, su mente está completamente extraviada en cualquier otra parte menos en él.
Me duele profundamente verlo en ese estado. Puede que él y yo tengamos nuestras diferencias, que aveces no nos llevemos del todo bien, pero es mi familia, mi único primo, y lo amo. No me resigno a perderlo así nada más. Esta misma tarde lo llevarán con el psicólogo del pueblo. Espero y todo salga bien.
Te necesito, Benji.
Depósito un beso en su frente, apartando un mechón de pelo que caía cerca de sus ojos, y aprieto su mano levemente, aúnque no me corresponde. Antes de retirarme, centro mi atención en la mochila que está sobre la mesita de noche. Recordé que la misma pertenecía a Toker. Echo un vistazo en ella, para mi sorpresa me encuentro con la cámara.
《¡La cámara!. Toker gravó desdeel momento en que entramos a las instalaciones. Quizás haya algo...》
Un balbuceo me hace girar y centrar mi atención en Ben. Finalmente pronuncia palabra, aunque inentendible, desde que lo trajeron del hospital anoche. Guardo la cámara en mi mochila, acercándome a que repita lo que acaba de decir. Poso mi mano levemente sobre su hombro, sentandome a su lado.
—Hey, ¿que has dicho?.
—¿Lo viste? —Su voz se torna en su surruro trémulo, sin encontarse en ningún momento con mi mirada—. ¿V-Verdad que también lo viste?.
—S-Sí. Pero, oye, mírame. Te aseguro que estamos bien, estamos a salvo, con vida y, esa cosa no volverá.
Se incorpora sobre los codos de improviso, apretando mis brazos con demasiada fuerza. Sus manos siguen temblorosas. Y empieza a asustarme su actitud.
