Ella baja el arma, con su mirada fría y calculable se acerca a mí.
—Cloe, ¿te encuentras bien?.
Me límito a asentir. Estoy débil, atónita, todo me parece demasiado rápido y confuso. En el momento en que me ayuda a poner de pie, tío Joe se acerca a Caleb pateandole un costado con la punta de su bota, asegurándose de que estuviera inconsciente. Luego me mira y dice a Nora con voz firme:
—Sacala de aquí, Noray.
Ella asiente, sosteniendome de los brazos para salir, yo le rodeo con el mío, apoyándome en su hombro.
Jamás había visto esos semblantes de terminación, de hostilidad en mis dos tíos. Siempre mostraron su lado dulce, divertido, protector y agradable. Ahora comprendo que era un mecanismo de defensa, fingían no saber nada, estudiando a los demás, suspicaces, cuando en realidad sabían todo. Y hoy acaban de demostrarlo.
—¿Qué está pasando? —pregunto a duras penas, todavía me duele la garganta.
—¡Ahora! —grita tío Joe, sin dirigirnos mirada alguna.
No entiendo a que se debe su grito, nosotras ya le habíamos dado la espalda. Luego lo comprendí. Llegando al umbral, un sujeto se introdujo, su rostro serio, si no me equivoco, él, incluyendo a mis tíos, no es la primera vez que hacen algo como esto. También me dí cuenta que es aquél Sr. que estaba junto a Nora y tío Joe la vez que nos atacaron en el bosque. Sobre sus manos llevaba dos mochilas. Mi atención quedó centrada en una de ellas mientras pasaba a nuestro costado, sobresalía la punta redondeada de un objeto de hierro; cadenas.
Salimos de las instalaciones, del bosque, hasta subirnos en el auto. Durante muchos minutos no dije nada. Nora condujo hasta la casa de tío Joe, entramos y, Sarah nos esperaba sentada a la mesa, sorprendida al vernos llegar, el estado en el que yo me encontraba. Se puso de pie y se acerca a mí.
—¡Cloe! —Me refugia entre sus cálidos brazos—. ¿Estás bien? —Con los ojos cristalizados hago lo mismo que con Nora; asiento—. Debes tener hambre. Te prepararé algo.
—¿Puedo darme un baño primero?.
—Por supuesto, querida, ve. Pronto te llevaré algo de ropa.
Sarah nos deja en la sala para ir a la cocina. Antes de que yo me alejara, Nora me detiene.
—¿Pequeña?.
La miro a los ojos. Se que quiere decirme tanto, pero no sabe por donde empezar. Le daré tiempo. Para mí tampoco es fácil asimilar lo que ha ocurrido, lo que todos me han ocultado por tanto tiempo.
—Ahora sólo quiero un baño.
Nora se aparta, respetando mi espacio y decisión.
—De acuerdo.
Asciendo al segundo piso, apocada, no puedo ni con mi propio peso, entro a la habitación que preparan cada vez que venimos de visita, cerrando la puerta con pocas fuerzas detrás de mí, entro a la ducha, me deshago de mis pijamas hecha girones y llena de sangre, la arrojo al recipiente de basura del baño, y abro la regadera posicionandome bajo el chorro de agua. Afortunadamente estaba tibia.
La sangre ennegrecida se disuelve con el agua. Me aterra su color, me recuerda todo el infierno que pasé anoche, me recuerda a mi gato. Un escalofríos me recorre por completo. Fue una horrible noche. Uso bastante champoo, deshaciendo la asquerosa capa viscosa que cubría la parte de atrás de mi cabeza y cabellos.
Terminado mi alargado baño, me cubro con una toalla, me siento en la cama y aplico alcohol a la herida del pie para desinfectarla. A un lado mío había ropa, Sarah las trajo mientras me duchaba; una franela blanca de tiros, una o quizás dos tallas más grande, unos vaqueros, al menos estos me quedaron ajustados, y unas suaves pantuflas.

ESTÁS LEYENDO
BLACKEND BLOOD {Sangre Ennegrecida} Vampiro #1
Teen FictionCaleb es un completo demonio, que su atractivo no les confunda, él se divierte del sufrimiento y se alimenta del miedo de las personas, además de su... ¡SANGRE!". Todos los sobrenaturales sucesos se desencadenan cuándo él está cerca... NO ES HUMAN...