Este Cap se centra en la vida pasada de Caleb, y narrada en 3era persona. Entenderán un poco sobre él y su lazo con Herol y Camyl.
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17 DE ABRIL - 2002
El día era soleado y apremiante, para cualquiera que tuviera libertad, claro, una vida normal, familia, y lo más importante; un hogar.
La palabra "libertad & hogar" no aplicaba para Caleb, Herol ni Camyl. Han habitado el orfanato ... desde que tienen memoria. Simplemente fueron abandonados allí sin saber los orígenes de su nacimiento, como otro tantos niños desechados.
Con el sol en el punto más alto, los tres marginados iban a mitad de su trabajo, que cada fin de semana se les asigna, esta vez era el pintar una larga pared.
El color que untaban con las tres medianas brochas, uno a gran distancia de los otros, era de un color grisáceo, tan deprimente como sus vestimentas obligatorías del mismo color, tan deprimentes como sus vidas, e incluso como todo el orfanato. Eso es lo que siempre pensó Caleb, que eran prisioneros y seguirían siéndolo hasta que cumplieran la mayoría de edad. Para que algo así sucediera faltaba como máximo cuatro largos años, puesto que el juvenil tenía a penas los 14.
—Rápido, rápido. Quiero ir a jugar al otro patio —repetía una y otra vez el jovencito de más edad, cabello castaño de piel tostada y ojos claros.
—Deja de ser impaciente, Herol, y culmina tu tarea —le recordó el más bajo y delgado de cabello color azabache, prosiguiendo seriamente con su tarea.
—"Deja de ser impaciente, Herol, y culmina tu tarea" —repite éste en todo burlón, generando que la linda niña, de cabellos trenzado, tan semejante a la llamarada del sol, emitiera una risita.
—JaJa. Muy gracioso —articula el peli negro, poniendo los ojos en blanco—. Pero les recuerdo que si no terminamos a tiempo, nos quedaremos sin almuerzo como la última vez.
De los tres, Caleb resultaba el más serio, coordinado y responsable. Para él, el cumplir con sus tareas era indispensable, no porque le agradará, en realidad lo odiaba y aburría, puesto que en lugar de hacer cualquier otra actividad, como por ejemplo jugar al fútbol al otro patio, en cuanto a las niñas, pequeños tics de costura, se encontraban pintando ese largo paredón a un lado del largo pasillo que conecta con el patio central. Sin embargo, no sólo ellos hacían trabajos, también muchos niños, solo que en diferentes áreas, se encontraban algunos en el otro extremo del patio, amontonando y vertiendo en bolsas negras de basura las hojas secas de los árboles, otros al otro extremo podando los arbustos, y los demás haciendo cualquier otra cosa asignada por el consejo del internado. Era la dura forma de ganarse el pan de cada día, y la poca educación de, no más de cuatro horas por día, cumpliendo lo que se les ordenaba.
El mismo se comprendía en, al menos tres acres de terreno, lo suficientemente inmenso como para abarcar a más de mil niños abandonados. Su aspecto siempre fue funesto, no tanto por el color opaco de los edificios, sino también por lo antiguo de la construcciones. Unos retoques más y se convertiría en un castillo de la época medieval, y no de esos en lo que habitaban gestes nobles, sino magos oscuros y desechados por la sociedad. Algunos pocos tenían la suerte de que los adoptaran alguna familia, otros se resignaban desde pequeños a vivir en esa prisión (metafóricamente).
—Esto es super aburrido —se queja Herol, deteniendo los movimientos—. No hemos llegado ni a la mitad. Jamás terminaremos en lo que resta de día.
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BLACKEND BLOOD {Sangre Ennegrecida} Vampiro #1
JugendliteraturCaleb es un completo demonio, que su atractivo no les confunda, él se divierte del sufrimiento y se alimenta del miedo de las personas, además de su... ¡SANGRE!". Todos los sobrenaturales sucesos se desencadenan cuándo él está cerca... NO ES HUMAN...