/Narra el autor/
Era una noche oscura, las estrellas brillaban en el cielo, los animales estaban tranquilos... Ah, y había dragones quemándolo todo.Berk era una isla de pensamiento simple, su gente no eran distintas a las personas de las otras islas. Aquí había que matar o morir.
Una noche, mientras que los dragones robaban, una pandilla de jóvenes intentaban apagar un incendio de una casa al mismo tiempo que un chico de su misma edad se escabullía con un artefacto construido por el mismo.
El joven constructor trabajaba en la herrería junto a su maestro, Bocón, era el mejor para construir o forjar, pero siempre que había dragones era el primero e intentar cazarlos y era quien mas mala suerte tenía. Siempre lo perseguían y siempre terminaba creando desastre.
Una noche, logro hacer que su máquina funcionara y atrapó a un Nadder haciendo que cayera al bosque. Un Pesadilla Monstruosa lo emboscó y salio corriendo, el dragón quemó todo a su paso hasta que Estoico el Vasto lo enfrentó y lo mandó a volar.
Cuando todo terminó, el chico vió nerviosamente al jefe y se dirigió a él.
Hipo: Lo siento... Jefe.
Estoico: *Molesto* Niño ¿Cuantas veces debo decirte? No estás capacitado para matar dragones, cada vez que sales de la herrería pasan cosas malas. Eres un buen herrero, casi mejor de lo que es Bocón ¿Por que no puedes ser eso simplemente?
Hipo: Pero jefe, mis padres son guerreros, quiero enorgullecerlos y...
Estoico: Ya lo sé pero no estas capacitado para pelear contra los dragones, joven Hofferson.
Los señores Hofferson corrieron hacia el centro de la multitud enfurecida para rescatar a su amado y único hijo, Hipo Hofferson. El chico aseguraba haber derribado un dragón y verlo caer hacia el bosque. Nadie lo tomó en serio ya que fue abrazado por sus padres y llevado por ellos hacia su casa.
Todos los vikingos decidieron hacer de cuenta de que no vieron nada y volvieron a sus actividades diarias. Los jóvenes que apagaron el incendio de la casa se burlaron del delgado chico, a excepción e una persona. Esta chica era la hija del jefe y su nombre era Astrid Haddock III. Ella aprendió de su padre que no era bueno burlarse de los demás, que todos tienen un propósito, incluso ella.
Ya al mediodía, Estoico organizó una reunión con todo el pueblo para hablar acerca de los dragones. Todos estaban disgustados y querían resolver ese problema lo más pronto posible. El jefe logró motivar a su gente y juntos viajar hasta por fin encontrar el nido que albergaba a aquellas criaturas.
Antes de terminar con la junta, Estoico habló con los Hofferson acerca de la actitud de su hijo y estos se mostraban muy arrepentidos.
Estoico: Tranquilos, no estén mal. Su hijo no se ha rendido a pesar de ser el mas débil de la camada. Eso es digno de admirar, incluso trata de seguir tus pasos y los de Finn, Sigurd. Pero todavía creo que no debería.
Sigurd: No quiero que nada le pase, aunque deseo con muchas ganas que sea un guerrero.
Estoico: Eso se puede arregla. Déjenmelo a mí.
Mientras tanto en el bosque. Un joven delgado iba caminando mientras que anotaba cosas en su libreta con un Terrible Terror en su hombro.
Hipo: Se que debe estar por aquí. Lo sé.
Detrás de él, sin que lo supiera, lo seguía sigilosamente la hija del jefe, quien tenia curiosidad por lo que iba a hacer el chico.
Hipo buscó hasta que finalmente la encontró, era un Nadder que estaba lastimada por la caída que le produjo la red. El joven sacó su cuchillo y la miro a los ojos con determinación, pero luego de ver sus ojos, la liberó inmediatamente.
Astrid, quedó sorprendida por lo que vió, pero su sorpresa también era decepción. Eso no duró por mucho, ya que cuando el dragón se liberó se abalanzó contra el muchacho lo vio fijamente y le rugió con fuerza, luego de eso desapareció en las profundidades del bosque.
Hipo: Decidido, no puedo matar a un dragón - Dijo para después caminar con dificultad y desmayarse, haciendo que su Terror saliera volando.
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CEATD (Otra Realidad)
FanfictionTodos sabemos quién fue la primera persona en montar un dragón. La primera persona en cambiarlo todo. Esta persona cambio el rumbo y una tradición de más de 300 años. Esta persona era Astrid Haddock. Ella y sus amigos cambiarán la historia y salvará...