Capítulo 3

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/Narra el autor/

  Cuando los chicos traspasaron la entrada del ruedo, estos caminaron con petulancia como si fueran amos de todo lo que yacía delante de ellos. 

Patán: *Emocionado* Quiero una cicatriz genial, en el hombro o por ahí.

Brutacio: *Feliz* Quiero una diente.

Brutilda: Yo quiero una cabeza de algún dragón.

Hipo: *Sarcástico* Genial, sangre y huesos rotos.

Patán: Genial ¿Quién dejó entrar al fracasado?

Astrid: Déjalo primo.

Patán: ¿Si sabes que no somos realmente primos? De hecho solo somos... *Coqueto* amigos. 

  La rubia golpeo al Jorgenson y se puso al frente para liderar la clase. En eso llegó el herrero y al ver a su aprendiz en el ruedo.

Bocón: ¿Hipo? ¿Qué estas haciendo aquí?

  Hipo y Astrid le explicaron a su maestro lo que ocurría y este lo entendió y aceptó con la boca cerrada y dió inicio al entrenamiento dejando boquiabiertos a sus alumnos. Esto lo hizo un tipo llamado Bocón.

  Bocón abrió la jaula del Gronckel y este comenzó a volar y a disparar por todas partes. Luego de una pregunta que fue respondida por Patapez, todos fueron a buscar unos escudos. Los gemelos pelearon por uno que les agradó pero fue destruido así ambos vikingos eliminados. Poco tiempo después fueron eliminados Patapez y Patán, dejando así solamente a Astrid y a Hipo.

Hipo: Somos tu y yo ¿Eh?

Astrid: Nop, solo eres tú.

  La chica se movió haciendo que el disparo rozara al chico y este perdiera su escudo. El objeto rodó y el joven Hofferson lo siguió mientras que la bestia lo seguía a él. Al darse cuenta de esto, dejó el objeto de lado y se deslizó por debajo de la criatura. El dragón cambio de objetivo y comenzó a perseguir a la hija del jefe. En un momento, la acorraló contra la pared y antes de disparar, Hipo corrió con todas sus fuerzas y la empujó logrando que los dos esquivaran el disparo.

  Bocón sujetó con su garfio al reptil y lo mando a volar hacia su jaula, la cual luego cerró.

Bocón: Un dragón siempre... - Vio a los muchachos seriamente y continuó - Siempre, ataca para matar.

  Luego de una hora, Hipo, con sus libretas, grafito y demás fue a buscar al dragón que había derribado. Se preguntaba constantemente porque no lo comió cuando tuvo la oportunidad.

Hipo: *Suspiro* Que alguien me diga que estoy haciendo.

Astrid: Estas persiguiendo al dragón que dejaste escapar.

Hipo: *Sorprendido* A-A-A-A-ASTRID. 

Astrid: Hola.

Hipo: ¿Qué haces aquí? ¿Cómo sabes de eso?

Astrid: Te estuve siguiendo todo el día. Mi padre me hizo prometer que te vigilaría. Además, ví cuando liberaste ese dragón, da gracias que no te delaté.

Hipo: Gracias.

Astrid: *Emocionada* Vamos, tenemos un dragón que capturar.

Hipo: De hecho, me gustaría hacer esto solo.

Astrid: *Seria* Oh no, eso ni soñarlo. Por fin puedo estar en presencia de un dragón salvaje sin que nadie me limite o me vigilen, no voy a perder esta oportunidad. 

Hipo: Primero, casi mueres hoy, y segundo, no voy a capturar al dragón, voy a estudiarlo.

Astrid: ¿Estudiarlo?

Hipo: Quiero saber más acerca de estas criaturas, solo pienso acercarme si hacerle daño.

Astrid: Eso es muy aburrido:

Hipo: Entonces no vengas.

Astrid: Ni lo pienses. Aburrido o no, voy definitivamente.

  Finalmente, ambos guerreros buscaron al dragón y no fue hasta que llegaron a una cala que lo encontraron. Hipo comenzó a escribir y a narrar todo lo veía mientras que Astrid, aburrida, lanzaba piedritas que tenía cerca.

Hipo: ¿Por qué no se ha ido volando?

  En eso notó como tenía una pequeña herida en su ala, era como un rasguño pero salia mucha sangre de ahí. Poco después, el Nadder divisó a ambos jovenes y estos solo pudieron retroceder y volver a sus casas.

  Una vez en el pueblo, trataron de mantener lo más discreto posible su conversación.

Hipo: Nadie puede saber sobre esto.

Astrid: Ok, ok. Una vez que esté sana, le decimos a los otros.

Hipo: No, esto es mucho más importante de lo que parece. Prométeme que no le dirás a nadie.

Astrid: *Queja* Ok. Prometo que no le diré a nadie.

Hipo: Gracias. Te veo mañana, tenemos entrenamiento.

CEATD (Otra Realidad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora