Capítulo 13

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/Narra el autor/
  En el bosque de Berk había una dragona que estaba durmiendo tranquilamente hasta que oyó un grito a lo lejos. No hubiera hecho nada de no ser porque el grito que había escuchado provenía de la humana que la había cuidado desde hace un tiempo. Tormenta, sin dudarlo ni un segundo, se levantó y salió de la cala como pudo para ayudar a SU humana. Cuando logró salir de allí, corrió con todas sus fuerzas y comenzó a volar hasta que llegó al lugar de donde provenía el grito.

  El lugar estaba rodeado completamente por humanos, pero a ella no le importaba eso. Sabía que su humana estaba en peligro, asi que con coraje, voló hasta aquella jaula de metal y piedra y abrió un agujero con su disparo. Escuchó gritos y conmoción de parte de los Vikingos más grandes pero eso no le impidió ayudar a sus amigos humanos. Vió como un Pesadilla Monstruosa acorraló a ambos muchachos y estaba apunto de acabar con ellos. Tormenta lo embistió ferozmente provocando una nube de humo.

  Todos los Vikingos estaban ansiosos y asustados al ver éste escándalo, tanto que el mismo Estoico corrió hasta la entrada del ruego y abrió las puertas con sus propias manos. Incapaz de moverse, observó cómo el humo se discipaba y dos dragones combatían entre sí. Habían un Pesadilla Monstruosa furioso y un Mortífero Nadder protector. El Nadder estaba en frente de los chicos y parecía protegerlos del otro dragón. Cada vez que él primeri intentaba acercarse, este otro lo alejaba aún más, erizaba su cola, disparaba al suelo o abría sus alas.

  Estoico no estaba seguro si el Nadder era bueno o malo, solo sabía que era un dragón y debía morir.

  Cómo pudo llamó a su hija, quién tenía en sus brazos al joven Hofferson inconsciente y lastimado. Ella lo abrazaba para protegerlo como podía. El padre, ya incapaz de ver esto, corrió hacia ellos mientras que los reptiles gigantes peleaban entre sí.

  El castaño comenzó a despertar, y aún herido, intentó levantarse para terminar con la pelea pero quedó fascinado al ver que otra pelea se robó la atención de todo el público. Se levantó como pudo y silbo con fuerza.

  El Pesadilla Monstruosa escuchó el silbido y vió al joven que golpeó. Trató de dirigirse hacia él pero antes de poder hacerlo escuchó un rugido. Un rugido potente y feroz que se escuchó desde el otro lado de una de las puertas de metal que estaban cerradas. Sin embargo, eso no fue suficiente. Las puertas que estaban firmemente aseguradas, comenzaron a agitarse. La ferocidad con el cual retumbaban asustaron hasta al mismo Estoico.

  El dragón, asustado, agachó la cabeza y al voltear vió como Hipo se acercó a él con gentileza y posó sobre su hocico su mano humana. Ambos se vieron a los ojos y se calmó, ya que supo que en él no había maldad, crueldad o agresión alguna. Avanzó lentamente y lamió su mano como signo de disculpa por lo que hizo. Luego de todo eso, se retiró hacia su propia jaula y allí se acostó a descansar.

  Una vez que las puertas de cerraron, el muchacho colapsó y nuevamente se desmayó.

  Los Vikingos en la tribuna comenzaron a descender y correr hacia el Nadder mientras que Astrid le pedía que huyera de allí. Tormenta no obedeció y comenzó a combatir a los Vikingos hasta que quedó frente a frente a Estoico. Lo derribó y cuando estaba apunto de quemarlo, un grito la detuvo. Al voltear notó como su amiga estaba triste. Lamentablemente, su distracción provocó que la capturaran. El jefe vió a la criatura con atención y ordenó que la encierren en donde sea pero que no escape mientras que caminaba hacia su hija y la tomó de un brazo y se la llevó lejos del alboroto.

  Los Hofferson corrieron hacia su hijo y lo iban a llevar con Gothi, pero el jefe ordenó que estuviera detenido hasta nuevo aviso.

CEATD (Otra Realidad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora