/Narra Astrid/
Comencé a despertar de a poco y me dí cuenta de que estaba en mi propia casa. No lo podía creer.Estaba en mi casa, a pesar de que hace unos momentos estaba luchando contra un enorme dragón.
Estaba un poco sorprendida, pero quede más sorprendida cuando recibí una lamida. Al girar mi cabeza, ví al Furia Nocturna dentro de mi casa. No parecía muy feliz, sino más bien aliviado. Me lamió con delicadeza mientras que me reía. Intenté pararme para acariciarlo pero al instante noté algo. Sentía como si algo me faltara. Bajé la mirada y noté que había perdido mi pie izquierdo.
El dragón se acercó y me lamió el pie sustituto. El nuevo pie tenía una base de madera desde donde mi pierna terminaba. Conectada a la base de madera, habían unos trozos de metal que formaban algo lo más parecido a un pie.
Traté de caminar, pero casi de inmediato perdí el equilibrio. El dragón me ayudó a no caer e ir hasta la puerta. Antes de llegar, ví un hacha y supe que era de Hipo. Agarré el arma y la llevé conmigo para dársela a su dueño.
Cuando llegué a la entrada de mi casa, abrí la puerta y ví a un Pesadilla Monstruosa. La cerré y me preparé para combatir con mis propios puños. Cuando la volví a abrir, ví a Patán y al Pesadilla jugar una carrera con los gemelos, Patapez y sus dragones.
Salí un poco impresionada y noté que todos en Berk tenían dragones. Era una vista maravillosa.
Astrid: Genial.
Estoico: Me alegro que te guste. Se que no es una cabeza de un Furia Nocturna, pero me alegro que te haya gustado tu regalo de cumpleaños.
El dragón salió de la casa y le dió un pequeño golpe con su cola a mi padre.
Bajamos por las escaleras de piedra y llegamos con todo el pueblo. Todos me vieron y me aplaudieron.
Vikingo 1: ¡Bravo, Astrid!
Vikingo 2: ¡La domadora de dragones!
Vikingo 3: ¡La salvadora de Berk!
Me sentía mal ya que parte de lo ellos decían estaba mal. El domador de dragones era Hipo, yo solo traté de evitar de que se matara.
De repente sentí un pequeño golpe en mi hombro y ví que era Hipo.
Hipo: No arriesgué mi vida incontables veces para protegerte, solo para que luego estés al borde de la muerte de esa manera - Se tapó la cara con su mano derecha. Parecía algo enojado. Pero luego bajo su mano y dejo ver esos ojos verde bosque - Pero aún así, me alegra que estés bien. Ahora estoy más tranquilo que se que no te pasó nada.
Bocón: *Aparece de la nada* Y no miente. Mientras estabas inconciente, iba a verte todo el tiempo. Cuando vió que te faltaba el pie izquierdo, no durmió en toda la noche por estar haciéndote ese regalo especial - Me sentí halagada y un poco emocionada por escuchar eso de parte de Bocón. Y cuánto más relataba de lo que había hecho Hipo, más feliz me sentía, a pesar de que antes era un poco seria.
Hipo: *Avergonzado* ¡¡¡Bocón!!!
Todos comenzaron a reírse de lo avergonzado que estaba Hipo, pero luego yo callé sus burlas. Mientras se reían, agarré del cuello de la remera de Hipo y lo besé.
Hipo: ¿Q-q-qu-qu-que? Pero que p-p-p...?
Yo solo me reía por lo tiernas que eran sus reacciones. En eso recordé que tenía su hacha y se la dí.
Hipo: No, no, no. Por favor no hagas... eso.
Escuché unos aplausos aún más fuertes y eran de los padres de Hipo.
Hipo: El hacha Hofferson es una reliquia familiar y es como una costumbre entregar el hacha como señal de compromiso.
Astrid: Ah.
Hipo: Por eso te estaba advirtiendo que no.
Yo solo me rei porque sabía todas las cosas que podía hacer y que estaban a mi alcance.
Tormenta apareció a lado de Hipo y me lamió en toda la cara con una alegría muy notable. En eso, Hipo me entregó una silla de montar con una adaptación para mi pie y se la puse a Tormenta. Hipo montó a "Chimuelo" y junto a ellos, comenzamos a volar. A medida que avanzabamos, nos encontrábamos con nuestros amigos. Juntos volamos hasta llegar a lo más alto del cielo.
Fin
---------------------------------------------------------Hola gente. Me gustaría que pusieran en los comentarios si les gustaría ver las aventuras de Astrid Haddock III y sus amigos. Sus aventuras serán iguales como en la serie pero con la diferencia que todos saben. Sino, lo dejamos hasta aquí.
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CEATD (Otra Realidad)
ФанфикTodos sabemos quién fue la primera persona en montar un dragón. La primera persona en cambiarlo todo. Esta persona cambio el rumbo y una tradición de más de 300 años. Esta persona era Astrid Haddock. Ella y sus amigos cambiarán la historia y salvará...