Alba Reche, una chica de 21 años llega a Madrid a vivir a una universidad donde conocerá a nuevos amigos y a una chica en especial que le romperá todos los esquemas.
Va a estar mayoritariamente narrada por Alba pero habrá momentos en los que narrará...
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Tenía claro que tenía que hablar con ella, pero no sabía que decirle ni sabía si ella iba a querer hablar conmigo. Tampoco tenía muy claro como justificar lo que hice porque ni siquiera sé si siento algo por ella. Y en caso de que sintiera algo por ella ni siquiera sé si Alba es bisexual. Estaba llena de dudas, pero tras pensarlo un rato decidí hacer caso a Miki y escribirle para quedar con ella y hablar las cosas.
NARRA ALBA
La verdad es que no tenía ni idea de cuáles eran las intenciones de Natalia, pero anoche me asusté un poco, no sé exactamente por qué. ¿Acaso me sentía atraída por Natalia o los calores eran por el efecto del alcohol? El sonido del móvil me sacó de mis pensamientos, encendí la pantalla y vi un mensaje de Maria.
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Cuando acabé de hablar con Maria dejé mi móvil encima de la mesita de la cama y me tapé la cara ya que me había sonrojado ligeramente ante su último mensaje. Al poco de haber dejado el móvil volvió a sonar, pero esta vez el mensaje que me había llegado era de Natalia.
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Tras ese último mensaje dejé el móvil encima de la mesilla y esperé aque llegará. Tras cinco minutos tocó a la puerta, me levanté de la cama y fui a abrir.
-Hola Alba
-Hola, pasa- dije dirigiéndome a la cama para sentarme- ¿De qué querías hablar?
-Esto...Siento lo de ayer...-dijo agachando ligeramente la cabeza- A veces soy un poco impulsiva.
-Tranquila Nat, no pasa nada.
-Es que no hace mucho desde que nos conocemos e igual ayer pasé ciertos límites.
-Enserio Nat tranquila- dije acariciándole el brazo- pero hay soluciones para conocernos mejor, porque en verdad casi no hemos hablado en el tiempo que llevamos aquí.
-¿Qué propones rubia?- dijo sonriendo.
-¿Te apetece que vayamos a cenar algún día o algo?
-¿Me estás pidiendo una cita?- dijo riendo.
-Nooo tonta, somos amigas- dije sonrojada ante su pregunta. Natalia empezó a reírse.
-Era broma rubia, ¿Te va bien mañana?
-Perfecto, quedamos a las 20:30 en la entrada.
-Pues hasta mañana rubia.
Tras decir esto Natalia salió de la habitación y me tumbé en la cama a mirar el móvil.
