CAP. 8

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NARRA ALBA

Llegó la hora de la fiesta y yo ya estaba lista para bajar. Entonces escuché que alguien me llamaba a través de la puerta de la habitación.

-Albaaa, ¿Estás lista? ¿Bajamos?

Era la voz de Natalia. Me acerqué a la puerta y le abrí.

-Podrías haber bajado directamente- dije sonriendo.

-He venido a recogerte mi lady- dijo con un tono de broma y haciendo una reverencia.

-Va, vamos tonta- dije riéndome.

Bajamos a la sala de baile y ya estaban casi todos allí.

-Oye Alba ¿Te traigo una copa?

-Vale- dije sonriendo.

Entonces Nat se alejó y se acercó Maria a mí.

-Últimamente no os separáis ni pa cagar eh- dijo Maria.

-No es para tanto tía, somos amigas.

Al momento llegó Natalia y me dio mi copa.

-Gracias Nat- sonreí- ¿Bailamos?- y sin dejar que contestara tiré de su brazo hacia la pista de baile.

-Que ansias rubia- dijo Nat sonriendo pícaramente.

Estuvimos un rato bailando bastante pegadas hasta que Nat me dijo que quería otra copa. Se alejó y yo seguí en la pista de baile.

NARRA NATALIA

Me acerqué a la barra y cogí una copa, me la bebí casi del tirón, cogí otra e hice lo mismo. El alcohol empezó a subirme rápido.

-Joder, si que sube esta mierda- dije en alto.

-No deberías de beber tanto Nat- dijo Miki al escucharme.

-Si voy bien Miki- dije mientras cogía otra copa.

-Estoy harto de tener que cuidar de ti Nat- se alejó.

NARRA ALBA

Hacía ya un rato que se había ido Natalia y empecé a preocuparme porque no volvía. Me acerqué a la barra para ver qué pasaba. Entonces la vi super borracha y casi no podía sostenerse en pie. Me acerqué a ella.

-¿Pero qué has hecho?¿No ibas solo a por una copa?

-Hola Alba ¿Dónde estabas?- dijo acercándose a mí y casi cayéndose.

-Dios santo Natalia, voy a llevarte a tu habitación.

La cogí por la cintura y pasé su brazo por mis hombros para ayudarla a caminar.

-¿Tan pronto nos vamos?- dijo Nat poniendo un puchero.

-¿Tú te has visto? Pues claro que nos vamos.

Accedió y la llevé con dificultades a su habitación ya que era mucho más alta que yo. Al llegar la senté en la cama y le di un vaso de agua.

-Toma, bébete esto que te irá bien.

Natalia cogió el vaso y se lo bebió.

-Ahora a dormir- dije.

-¿Me ayudas a ponerme el pijama Albi?

Asentí con la cabeza y busqué uno en su armario. Se puso de pie y le ayudé a quitarse los pantalones y la camiseta para luego ponerle el pijama. No pude evitar fijarme en su cuerpo y aunque Natalia estuviese super borracha se dio cuenta.

-¿Estoy buena eh?

Me sonrojé ante lo que dijo y bajé mi mirada a sus labios. En ese momento Natalia intentó besarme, pero la frené.

-Nat, es imposible esconder que me atraes, pero estás muy borracha- le puse una mano en la mejilla- no quiero que luego te arrepientas de nada, hablaremos de esto en otro momento.

-Vale- dijo un poco avergonzada.

-Ahora descansa.

-Oye Albi, ¿Te puedes quedar a dormir conmigo? No quiero quedarme sola.

-Está bien.

Me acerqué a su armario para coger una camiseta para dormir. Me quité los pantalones quedándome en bragas y me puse su camiseta que me llegaba por las rodillas. Me tumbé con ella y nos dormimos.




La tensión entre ellas es ya evidente. ¿Qué creéis que pasará? Os leo enlos comentarios 😊

Corazón negro, corazón amarilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora