CAP. 11

738 32 0
                                    

NARRA NATALIA

Tras salir del comedor fui a por mi casco y luego a por mi moto, necesitaba dar una vuelta para despejarme la cabeza. Me sentía utilizada ya que tenía la esperanza de que Alba sintiera algo por mí. 

De repente, yendo por la carretera, vino un coche directo hacia mí. El conductor parecía estar borracho. Salí disparada de la moto y lo último que recuerdo antes de quedarme inconsciente fue notar dolor por todo el cuerpo, pero sobre todo en el brazo izquierdo. Alguien debió de llamar a la ambulancia.

NARRA ALBA

Estaba con Maria y de repente un numero desconocido me llamó al móvil.

Llamada telefónica

-Hola, ¿Es usted Alba Reche?

-Si, soy yo ¿Qué pasa?

-Estaba su número marcado en favoritos en el móvil de Natalia Lacunza- en cuanto escuché eso empecé a asustarme.

-¿Qué ha pasado?

-Pues mire, la señorita Lacunza ha tenido un accidente de moto.

-¿Qué?- pregunté asustada poniéndome más blanca que el papel- ¿Pero está bien?- Maria me miraba preocupada.

-Se ha fracturado el brazo y tiene algunas quemaduras y arañazos por el cuerpo ¿Podría usted venir al hospital? No hemos conseguido contactar con nadie más.

-Si si, ahora mismo voy- colgué rápidamente.

-Maria, tenemos que irnos al hospital, ya mismo.

-¿Qué ha pasado?

-Natalia ha tenido un accidente con la moto.

-Vamos vamos, pero conduzco yo, tu ahora no estás en condiciones.

Subimos al coche y Maria condujo hasta el hospital, aparcamos y entramos pitando. Preguntamos en la recepción por Natalia y nos dijeron la habitación en la que estaba. Subimos rápidamente y la encontramos en su cama inconsciente. No pude evitar que se me cayera una lágrima. Cogí una silla, me senté cerca suyo y le cogí la mano. Maria se sentó en otra un poco más alejada.

-Me quedaré aquí hasta que despiertes Nat- le di un beso en la mano- porque sé que despertarás.

-Oye Alba- dijo Maria- ¿Quieres que te traiga alguna cosa para poder pasar aquí unos pocos días? Y de paso te traigo algo de cena.

-Si Mari, muchas gracias- sonreí levemente.

Cuando volvió Maria vino con algo de ropa para que pudiera cambiarme, un cargador para el móvil y con una hamburguesa de mi sitio vegetariano favorito.

-Muchísimas gracias, Mari- le di un beso en la mejilla.

-Oye yo me voy a ir a dormir, mañana vuelvo ¿Vale?

-Tranquila Mari, descansa.

Me comí la hamburguesa y volví a sentarme a su lado y a cogerle la mano, mientras esperaba a que despertara ya que no iba a ser capaz de dormir en toda la noche.




Espero que os esté gustando la historia ¿Que creéis que pasará con Natalia? Os leo en los comentarios :) ❤

Corazón negro, corazón amarilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora