NARRA ALBA
Me desperté al día siguiente con Natalia abrazándome. Me levanté con cuidado de no despertarla ya que después de lo de ayer necesitaría descansar. Bajé a la cafetería a por unas tostadas con aguacate para ella y a por un vaso de agua. También pase por mi habitación a por un ibuprofeno. Cuando volví a la habitación de Natalia, aún seguía durmiendo, la verdad es que estaba super mona cuando dormía. Me quedé mirándola un rato.
-Es un poco siniestro mirar a la gente mientras duerme- dijo con los ojos aun cerrados.
-Buenos días a ti también- dije riendo- te he traído un ibuprofeno y unas tostadas.
Le acerqué el plato y la pastilla y me senté a su lado.
-Muchas gracias por cuidarme Albi- dijo sonriendo con ternura.
-¿Te encuentras mejor Nat?- le puse una mano en la mejilla- me asustaste anoche.
-Si, estoy mejor- agachó la cabeza- Oye, lo siento Alba, fui una inmadura.
-Tranquila, lo importante es que estés bien.
-¿Esa camiseta es mía?- dijo riendo y señalándome.
-Si, anoche no tenía que ponerme cuando me pediste que durmiera contigo.
-Te queda enorme- sonrió tiernamente- pero estás muy mona.
-Oye ¿Te acuerdas de algo de anoche?- dije sonrojada.
-De pocas cosas.
-¿Te acuerdas de que intentaste besarme?
-Si...Oye Alba lo sient...
-Espera- la corté- ¿Ahora sin estar borracha lo harías?
Se puso roja como un tomate y asintió. Esa era la señal que me hacía falta, me lancé inmediatamente a sus labios y la besé.
-¿Estás segura de esto Alba?
-Por supuesto.
En ese momento me tumbó en la cama poniéndose ella encima y volvió a besarme. Nuestras lenguas empezaron a entrelazarse y rodeé su cintura con mis piernas para acercarla más a mí. Empezó a besar mi cuello y a mordisquearlo dejando un par de chupetones. Empezó a subirme la camiseta hasta que me la quitó finalmente, hizo lo mismo con mi sujetador y empezó a juguetear con mis pechos. Empecé a gemir por el placer. Bajó su mano hasta mi entrada y empezó a masajear esa zona. Me miró como pidiéndome permiso. Asentí con la cabeza, en ese momento retiro mis braguitas e introdujo dos dedos en mi interior. Empezó a moverlos y seguí gimiendo.
-Dios Nat sigue... no pares...
Fue aumentando el ritmo poco a poco hasta que llegué al orgasmo.
-Joder Nat, ha sido increíble- dije aun con la respiración agitada.
-Me alegro- sonrió y me dio un beso tierno en los labios- me has puesto cachonda- dijo susurrando en mi oído.
Rápidamente me puse encima de ella y le quité la ropa dejándola completamente desnuda. Besé sus labios con fuerza. Pasé a su cuello dejando marcas. Luego bajé a sus pechos donde me entretuve un rato, Natalia tenía cada vez la respiración más acelerada, seguí por su abdomen y llegué a su intimidad. Empecé a besarle los muslos y finalmente introduje mi lengua dentro de ella. Natalia empezó a gemir muy fuerte y yo fui acelerando el ritmo de mi lengua hasta que llegó al clímax. Cuando acabé me tumbé junto a ella acurrucándome en su pecho.
-¿Cómo ha estado?- pregunté.
-Ha sido alucinante Alba- dijo con la respiración un poco agitada aún.
-Me alegro- sonreí.
Natalia empezó a acariciarme el pelo hasta que me quedé dormida en su pecho.
¿Os está gustando la historia? ¿Que os gustaría que pasara? Os leo en los comentarios :)
ESTÁS LEYENDO
Corazón negro, corazón amarillo
FanfictionAlba Reche, una chica de 21 años llega a Madrid a vivir a una universidad donde conocerá a nuevos amigos y a una chica en especial que le romperá todos los esquemas. Va a estar mayoritariamente narrada por Alba pero habrá momentos en los que narrará...