CAP 9

805 32 0
                                    

NARRA ALBA

Me desperté al día siguiente con Natalia abrazándome. Me levanté con cuidado de no despertarla ya que después de lo de ayer necesitaría descansar. Bajé a la cafetería a por unas tostadas con aguacate para ella y a por un vaso de agua. También pase por mi habitación a por un ibuprofeno. Cuando volví a la habitación de Natalia, aún seguía durmiendo, la verdad es que estaba super mona cuando dormía. Me quedé mirándola un rato.

-Es un poco siniestro mirar a la gente mientras duerme- dijo con los ojos aun cerrados.

-Buenos días a ti también- dije riendo- te he traído un ibuprofeno y unas tostadas.

Le acerqué el plato y la pastilla y me senté a su lado.

-Muchas gracias por cuidarme Albi- dijo sonriendo con ternura.

-¿Te encuentras mejor Nat?- le puse una mano en la mejilla- me asustaste anoche.

-Si, estoy mejor- agachó la cabeza- Oye, lo siento Alba, fui una inmadura.

-Tranquila, lo importante es que estés bien.

-¿Esa camiseta es mía?- dijo riendo y señalándome.

-Si, anoche no tenía que ponerme cuando me pediste que durmiera contigo.

-Te queda enorme- sonrió tiernamente- pero estás muy mona.

-Oye ¿Te acuerdas de algo de anoche?- dije sonrojada.

-De pocas cosas.

-¿Te acuerdas de que intentaste besarme?

-Si...Oye Alba lo sient...

-Espera- la corté- ¿Ahora sin estar borracha lo harías?

Se puso roja como un tomate y asintió. Esa era la señal que me hacía falta, me lancé inmediatamente a sus labios y la besé.

-¿Estás segura de esto Alba?

-Por supuesto.

En ese momento me tumbó en la cama poniéndose ella encima y volvió a besarme. Nuestras lenguas empezaron a entrelazarse y rodeé su cintura con mis piernas para acercarla más a mí. Empezó a besar mi cuello y a mordisquearlo dejando un par de chupetones. Empezó a subirme la camiseta hasta que me la quitó finalmente, hizo lo mismo con mi sujetador y empezó a juguetear con mis pechos. Empecé a gemir por el placer. Bajó su mano hasta mi entrada y empezó a masajear esa zona. Me miró como pidiéndome permiso. Asentí con la cabeza, en ese momento retiro mis braguitas e introdujo dos dedos en mi interior. Empezó a moverlos y seguí gimiendo.

-Dios Nat sigue... no pares...

Fue aumentando el ritmo poco a poco hasta que llegué al orgasmo.

-Joder Nat, ha sido increíble- dije aun con la respiración agitada.

-Me alegro- sonrió y me dio un beso tierno en los labios- me has puesto cachonda- dijo susurrando en mi oído.

Rápidamente me puse encima de ella y le quité la ropa dejándola completamente desnuda. Besé sus labios con fuerza. Pasé a su cuello dejando marcas. Luego bajé a sus pechos donde me entretuve un rato, Natalia tenía cada vez la respiración más acelerada, seguí por su abdomen y llegué a su intimidad. Empecé a besarle los muslos y finalmente introduje mi lengua dentro de ella. Natalia empezó a gemir muy fuerte y yo fui acelerando el ritmo de mi lengua hasta que llegó al clímax. Cuando acabé me tumbé junto a ella acurrucándome en su pecho.

-¿Cómo ha estado?- pregunté.

-Ha sido alucinante Alba- dijo con la respiración un poco agitada aún.

-Me alegro- sonreí.

Natalia empezó a acariciarme el pelo hasta que me quedé dormida en su pecho.




¿Os está gustando la historia? ¿Que os gustaría que pasara? Os leo en los comentarios :)

Corazón negro, corazón amarilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora